jueves, 6 de mayo de 2010

Death of Piticli

Hace varias semanas que se celebró la Feria del Libro de Granada y nos juntamos una tarde con los amigos de la Asociación el Diente de Oro. Allí, una vez más, nos reunimos muchas malas personas. La panda de degenerados de siempre(todos los poetas son una degeneración de la especie) nos unimos a Javier Bozalongo, Miguel Angel Arcas, Ginés Cutillas o Juan Carlos Friebe. Hubo más pero ¿quién recuerda todos los segundos y todos los rostros?

Me dejé un capital en libros: El volumen de las "Vitolas del Anaïs", que me vendrá bien para echarle un vistazo al panorama poético granadino, "Un día feliz" que es un volumen de homenaje a Javier Egea, que me estaba gustando hasta que supe que se había suicidado, lo cual me dió por pensar ¿estan todos los poetas abocados al suicidio? Me gustó la figura de Javier Egea que "no era un poeta académico, sino que fue un poeta a pie de calle". Pero los poetas callejeros tiene normalmente malas cartas.
El tercer libro que cayó fue "Un koala en el armario" un libro de microrelatos de Ginés Cutillas. Conocía a Ginés de un curso que impartió en Jaen hace tiempo, pero no suelo comprarme un libro por conocer al autor. Ojeé un par de textos y me gustaron como para querer los demás. Siempre me admiran más los escritores de cuentos cortos que los novelistas. En una novela, el escritor tiene UNA idea; en un libro de relatos cortos el escritor debe tener como CINCUENTA ideas.


Aqui ven ustedes a Ginés y Andrés (que parecen sacados de "Apocalipsis Zombie VI: La noche de los poetas"). Os dejo un texto del libro, que ilustra magnificamente cómo funcionan realmente las mecánicas del poder (en apenas 10 lineas):

FUSILAMIENTO PREVENTIVO

"Sabemos su secreto. Si no mata a Rubén Ramos lo haremos público". Eso era todo lo que ponía la nota. Ser el hombre más poderoso del pais conlleva que de vez en cuando te lleguen anónimos como este. Por más que pienso no se me ocurre quién ha podido escribir esta nota. Ni siquiera conozco a ese tal Rubén. ¿Qué interés tienen en su muerte? Yo por si acaso lo he mandado arrestar y fusilar. No tenía elección, imaginen el escándalo si mi secreto se hiciera público. Por otra parte tampoco sé muy bien a qué secreto se refieren.



La tarde dio para mucho, incluyendo recital al que fuimos amablemente invitados por Miguel Angel. Como me pilló de sorpresa, decliné la invitación porque no tenía nada que leer. Mientras el sol iba guardándose monedas en el bolsillo como un avaro, tuvimos la ocasión de escuchar, entre otros, a Javier Bozalongo que leyó el delicioso "Manifiesto Albertista" junto con Miguel Angel Arcas. Aqui los veis.
(El "Manifiesto Albertista" está publicado pero ahora mismo no recuerdo el libro. Buscadlo, merece la pena)


(Miguel Angel y Javier, dándole al Albertismo)

Entre los poetas que recitaron se encontraba Juan Carlos Friebe, que salió de un bar próximo y me recordó a mi cuando invoco a las musas del Monte Brugal. No lo conocía, pero he descubierto de él un poema impresionante.

UN ELEFANTE EN LA TELA DE UNA ARAÑA

Admiro la tenaz entrega de la araña
a su sobria tarea, que convierte
en mosaico bellísimo una trampa,
no su astucia en el arde de dar caza.
Cuando intuye el peligro de la lluvia
recoge su trabajo prodigioso
con tanta habilidad que es milagro;
si el viento o el tiempo dañan su labor
la reconstruye, persevera, enhebra
el hilo en sus agujas con paciencia
antes sabia que humilde, y su remiendo
devuelve resistencia y transparencia,
acaso aún más, a su red inclemente.
Entiendo que se trata de una forma
no antigua, primitiva, de existencia;
que la voracidad guía el impulso
que impele a ejecutar la delicada
obra –casi suntuosa de primor tan extremo-,
no el febril simulacro de una idea
inteligente, o el ímpetu de una fantasía.
No ignoro que su táctica consiste
en una táctica de subsistencia,
cobarde ardid que su debilidad
ingenia y la costumbre perfecciona
con elegancia pavorosa.
Hay algo en la afilada exactitud
de sus inexorables movimientos
que me fascina y me estremece, algo
perverso en la perfecta ejecución
de su trampa mortal que me rebela
contra su impunidad de cazadora.
Pero quien quiera amar sin ser herido,
que es morir a manos de lo amado,
aprenda la enseñanza de la naturaleza,
y no se arroje al mundo sin escudo
ni estrategia; despliegue con cuidado
su propia telaraña y, si el viento
o el tiempo la destruyen, persevere;
y, si no ame, al menos sobreviva.


La tarde se animó (a pesar de la lluvia. Recitar bajo la lluvia sólo es poético sobre el papel, creedme) y nos dejó momentos primorosos como éste:


(La Sta. Verónica Moreno en pose interesante frente al cartel de Cuadernos del Vigía)

Al final, mojados, contentos, y poéticamente irresponsables, me fue prendiendo la llama y pedí un papel y me fui a escribir algo detrás de la caseta: "Si al final voy a arruinar mi reputación aqui en Granada, mejor empezar cuanto antes", le dije a Verónica. Y escribí esto, que no sé qué les parecería a los que lo escuchasen. Probablemente la mayor estupidez del mundo. Pero si no se puede escribir levantando la jarra, ¿para qué todo?

Death of Piticli

Que me vienes con el plumón suave y piar discreto,
Piticli enjuto, apenas suspiro.
En la palma eres pelusa
y pan mojado en el suelo.

Que te alza la mano y te alimenta,
agua clara y sueños vanos.
Mas quién vive de sueños, dime,
pequeño engendro fiador y anhelante.

Negaré con el dedo quien diga que yo he sido.
¡Piticli ha muerto! ¡Ha muerto!
¡No! –les diré- Está dormido.


Granada. Feria del Libro. Abri-2010.



http://www.youtube.com/watch?v=PZORAvBz4k0

3 comentarios:

Ana Pérez Cañamares dijo...

Mucho sueño para un pájaro...

!Larga vida!

Comandante de Campo Cohen dijo...

Sí, demasiado! ja, ja, ja!!!!

mirifice dijo...

Pues a mi me ha puesto las plumas de punta....