martes, 4 de julio de 2017

NAKED-SNAKED

(Shioban O'Suck y Mallory Dick en una calle de Black Coal)

En 1973, en el pueblo irlandés de Black Coal se fundó el dúo punk femenino Naked-Snaked, integrado por Shioban O'Suck y Mallory Dick. De los tres discos que sacaron en apenas 18 meses ("Lame-Lame", "First of the Lasts" y "N-O-PEE-Q") el más conocido fue N-O-PEE-Q aunque apenas superó las fronteras de su condado. No obstante la revista irlandesa D's-Is (pronunciado "Disis"), recogió en 1984 una lista de las proto bandas de punk-rock irlandés, sacando a las Naked-Snaked de su injusto olvido.

Eligieron para la antología la canción "You're the best, anyway" escrita por Shioban para la que era su pareja en ese momento, y posteriormente miembro del grupo Ass-Attack, Gwen Slumber.

Aunque las Naked-Snaked no son estrictamente una banda 100% punk, como demuestra precisamente You're the best... fueron de las primeras formaciones musicales rockeras irlanderas integradas por chicas y con potentes guitarras y batería. Aunque las Naked-Snaked originales fueron Mallory y Shioban, con frecuencia incorporaban al grupo otros miembros como Sling Alone (bajo) o la propia Gwen Slumber (cucharas).


You’re the best, anyway

Well, today you lost the game.
A real  mess -five to one-
and you come back home watching at your feet.
But even defeated, you are the best.
You are the best, anyway.

It came dark when you finished at job.
A hard day -more hours, less money-
and you take a shower and see the water fallin’ down.
But even tired, with your hair curled by the steam, you’re the best.
You are the best, anyway.

Because of the way you never give up
and the way you always go ahead.
and the way you cook rice
and the way you sleep in the couch.
You don’t need a diploma,
but I will write it if you want:
“To the best girl in the world”

Well, I saw you counting the coins.
A bit more of bad luck –the old car broke again-
and you think that you are not getting it.
But even broken, and angry and sad you are the best.
You are the best, anyway.

And when you asked for a couple of spare days
the boss laughed –that laugh that makes you cry-
and you want to smash that big mouth against the wall.
And even exhausted, dirty and sweaty you are still the best.
You are the best, anyway.

And if you think I’m lying to you
just think about how far you ‘ve gone
sailing with sun and with rain.
And the way you always use too much shampoo
and the way you dance the music I hate.
You don’t need a song to be sure of it
but I can write it if you want it:
To the best girl in the world.


(La mejor, de todas formas.

Bueno, hoy perdiste el partido.
Un auténtico desastre -cinco a uno-
y regresas a casa mirándote los pies.
Pero incluso vencida, eres la mejor.
Eres la mejor, de todas formas.

Anochecía cuando salías del curro.
Un día duro -más horas y menos dinero-
y te das una ducha y miras caer el agua.
Pero incluso cansada, con tu pelo rizado por el vapor, eres la mejor.
Eres la mejor, de todas formas.

Por la manera en la que nunca abandonas,
y la manera en la que sigues adelante
y la manera en la que cocinas arroz
y la manera en la que duermes en el sofá.
No necesitas un diploma
pero lo escribiré si tú quieres:
“A la mejor chica del mundo”

Bueno, te vi contando las monedas.
Un poco más de mala suerte –el viejo cacharro se rompió otra vez-
y piensas que no lo estás consiguiendo.
Pero incluso sin blanca, enfadada y triste, eres la  mejor.
Eres la mejor, de todas formas.

Y cuando pediste un par de días libres,
el jefe se rió –esa risa que te hace llorar a ti-
y quieres aplastar esa bocaza contra la pared.
Pero incluso agotada, sucia y sudorosa, aún eres la mejor.
Eres la mejor, de todas formas.

Y si crees que me estoy quedando contigo
sólo piensa lo lejos que has llegado
navegando con sol o con lluvia.
Y la manera en la que siempre usas demasiado champú.
Y la manera en la que bailas la música que yo odio.
No necesitas una canción para estar segura de ello.
Pero puedo escribirla si tú quieres:

Para la mejor chica del mundo.

(Naked-Snaked. "You're the best, anyway" del disco "N-O-PEE-Q")

lunes, 14 de julio de 2014

El Amor y Murakami...

Hace dos semanas, charlando con unos amigos en Valencia sobre Haruki Murakami, contraje la deuda de subir al blog este poema de hace mucho tiempo, publicado en nuestro ya viejo primer número del Gentle Man Soldier, y escrito a la antigua usanza en un bar sobre un papel.
Habla sobre Murakami, claro, pero sobre todo sobre que los seres humanos somos inconformistas, inexplicables, y muy, muy complicados.
Más incluso que las novelas de Murakami...


MURAKAMI


Tienes que leer
a Murakami
-me dijo-

Murakami era
un escritor chino
o japonés.
Da igual.
Hacía un mes
que no la veía y
de pronto
todas las respuestas
parecían estar
en Murakami,
como una adivinanza zen
que lo explicara
Todo.

Pero yo
no había leido a Murakami
ni a Osho, ni a Li-Po,
y un vago temor
comenzó a ganarme

Allí, en la barra,
estaba buscando todas las respuestas
en un vaso de ron
tras otro.

Tal vez Murakami
supiese
qué hacía yo allí:
solo, mojado,

fumando y pensando
que tenía que haber
leido a Murakami.

Tal vez Murakami
había estado enamorado

Tal vez a él también le habían dicho
que tenía que leer a Murakami.


jueves, 1 de mayo de 2014

Razones para comprar "Todas las lenguas de los hombres"

Bueno, puede que te hayas pasado por la Feria del Libro de Córdoba y puede que no, pero lo que casi seguro que no has hecho es comprar "Todas las lenguas de los hombres" en el Stand de La Bella Varsovia.

Es posible que formes parte de esa minoría elitista que no necesita pasar a comprar el libro porque ya lo tiene firmado en casa, pero por si no lo eres, aquí te dejo unas cuantas razones que podrían hacer que reconsideraras el asunto:

1) YOUR FRAGANCE. YOUR RULES: Esta es la razón de los inconformistas. Todos sabemos que los lectores de poesía son una minoría especial que no se abalanza a comprar el libro de Belen Esteban. Incluso más: leen cosas crípticas incomprensibles para muchas de las demás personas. Tú eres un lector de poesía, pero no te conformas con eso; no lees a las grandes editoriales, tan "mainstream", incluso los que leen poesía de los poetas de moda te parecen superficiales: tú compras a editoriales independientes, esas que están ahí jugándose el cuello para sacar adelante la Belleza oculta de las cosas. Pero aún más, no es suficiente comprar libros de editoriales independientes, hasta en lo indie hay modas. Tú no, tú sigues tus reglas y buscas un autor prácticamente desconocido. Tú, que leias a Panero antes de que falleciera, eres la vanguardia de lo que vendrá. Tú podrás decir: molaba al principio, cuando no vendía cientos de ejemplares ni lo invitaban a certámenes poéticos. Para tí, hipster entre los hipsters, connoiseur y gourmet de la poesía, este es tu libro, probablemente el más desconocido de los autores independientes.

2) PORQUE ES UN POETA MALISIMO: Si, bueno, esposible que seas de los que piensan eso, pero párate a pensar: Los poetas buenos están en todas las estanterias, cuando uno SABE de verdad, tiene de todo, los buenisimos y los malisimos. Piensa en términos de cine y visualiza: la carátula de Stanley Kubrick junto a la de Ed Wood. Tal vez pienses que "Todas las lenguas de los hombres" es un libro malísimo, pero precisamente por eso debes tenerlo, para que cuando alguien llegue a tu casa pueda verlo y tú decirle, sí, lo leí y es horrible. Así nadie dudará de tu criterio ni te acusará de leer sólo lo que recomienda la revista Mercurio.

3) PORQUE ES UN POETA BUENISIMO: ¿Qué más puedo añadir si es este tu caso? Ya sabes que "Todas las lenguas de los hombres" es un poemario infrecuente e intenso, lleno de poemas que caen sobre el corazón y se quedan ahí y te acompañan durante años con un verso, una frase que no sale de tu cabeza. Si este es tu caso y aún no lo tienes, corre, corre a comprarlo porque la Felicidad está a escasos 10 euros de tí.

4) PORQUE APOYO LA CULTURA Y SOY UN ANTISISTEMA: Perfecto, no sabes quién es Jesus Fernández ni tienes interés, pero sabes que tienes que hacer algo por mejorar la sociedad aparte de darle al "me gusta" en Facebook: Ve a la Feria del libro y apoya a una editorial pequeña como la Bella Varsovia, apoya a un autor independiente e indigente como Jesús Fernández, y luego regala el libro a un amigo con la satisfacción de estar haciendo tu pequeña revolución.

5) PORQUE AUMENTA MI AGUDEZA VISUAL: Tú y yo sabemos que no tiene ningún mérito llegar a una librería y coger el libro de la cabecera. ¡Eso puede hacerlo cualquiera! No, tú conoces el placer de encontrar ese libro que estaba debajo de otro arriba en el estante final que nadie mira. Eres un buscador de tesoros. Ahora tienes tu oportunidad. Ve al stand de La Bella Varsovia y busca "Todas las lenguas de los hombres". ¿Crees que es fácil?, mira e intenta localizarlo:


¿Nada? Venga, te doy un ratito más.
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Todavía no? Bueno, pase por ser la primera vez. No era tan difícil. Estaba aqui:


¿Ves? El resto de la gente pasarán delante del stand y verán a lo mejor los libros de la primera fila, pero no, tú buscas algo más, tú no vienes a ver qué hay, sino a buscar un libro concreto, un libro que cuesta encontrar, porque sólo las cosas que cuestan un poco acaban mereciendo la pena.

Pero no creas que si vas ahora, será tan sencillo. Las chicas de la Bella Varsovia lo tendrán seguramente en otro lugar. Busca, y cuando te pregunten "¿donde lo encontraste?" podrás responder: "no lo encontré: lo busqué". 




Y nada más puedo añadiros, amigos mios, salvo rogaros, bendeciros, maldeciros y exaltar nuestra amistad si nos encontramos por la noche. 

Id y buscadlo si es que esto os hizo reir un poco, o id y comprad cualquier libro de editoriales independientes porque se lo merecen.


"...Pero me pregunto: de todas las personas del mundo
¿Por qué deberían quererme a mi?
De todas las personas del mundo
¿Por qué debería quererte a ti?
Hace falta valor para seguir a pie cuando se acaba la gasolina
en lugar de volver llorando.
Hace falta valor para admitir
que no eres tan listo como haces creer.
Solo un ratón en un camión lleno de gatos hambrientos
tarareando la canción de un tipo que toca la flauta.
Llegamos al banquete pero alguien se ha comido la empanada.
nos miramos unos a otros preguntándonos
¿podría esto ser de otro modo?
¿podría alguien encender la luz?
Aún en la oscuridad
puede oirse un verso, o una puñalada.
Nos vendan los ojos como reos de muerte
pero aún sabemos que no estamos solos.
Siéntate en la acera y escucha
cómo pasa la gente. Ellos
tienen los ojos vendados
pero quizá escuchen y sepan
que no están solos contra la máquina.
Si seguimos hablando tal vez alguien recuerde
las veces que se preguntaba:
¿podrían las cosas ser de otro modo?
¿dónde dejé mi corazón?
¿cómo me he dejado engañar?
¿cuándo empecé a creer que íbamos perdiendo?
Vuelve a silbar aquella canción de hace mucho tiempo,
la tristeza es la antesala de la Muerte.
Y yo escribiré, como quien arroja piedras a un río,
Y usted, haga palmas,
Y usted, chasquee los dedos,
Y usted, patee el suelo
Y usted, sonría al pasar,
Y usted, diga Buenos Dias.




"Todas las lenguas de los hombres"
Jesus Fernández Lozano
Ed. La Bella Varsovia.

Feria del Libro de Córdoba















lunes, 25 de febrero de 2013

Un poema de T.D. Lawrence Hendershot





Me alegré de verte

Me alegré de que nos viésemos hoy:
Tú vestías todas esas cosas extrañas
que hace tanto tiempo que no veía…
Te recordé riendo como solías.
Te recordé gritando como solías
por pequeñas cosas
como mi forma de caminar -que siempre te pareció ofensiva-
o la forma en que mi pelo descansaba sobre la almohada.
Fuimos enemigos dichosos en aquellos días de abundancia
cuando el mayor problema era si
nos querríamos aún al día siguiente.
Pero ahora caminamos por las calles
comiendo con vagabundos y bebiendo con extraños.
Me alegré de encontrarnos hoy.
Tú dices algo y yo intento no golpearte por
todas las noches de insomnio que pasé pensando en ti.
Sonrío, digo algo y me pregunto
si aún piensas que fui cruel contigo.
Parecemos viejos amigos, pero nunca fuimos amigos en realidad.
Nos mentimos por amor y piedad
cuando el odio nos hubiera hecho menos daño.

T.D.Lawrence. del libro "El troll de Northamptonshire"

jueves, 24 de enero de 2013

CANCIONES MARINERAS


Aunque cada escritor tiene su forma de escribir, yo suelo hacerlo siempre con música de fondo. Muchas veces, la propia musica trae el verso. Nietzsche decía que la Música es el ropaje del alma, y más que de ningún otro sitio es del alma de donde nace la Poesía.

Hace mucho tiempo que conseguí un disco magnifico de canciones marineras, viejas canciones sobre barcos, piratas y botellas llenas de ron.

A veces, aunque uno sepa antes de empezar que un determinado poema no llegará nunca publicarse, es incapaz de sustraerse a escribirlo, y eso es justo lo que me ha pasado escuchando una cancion de este disco. Se llama "Cape Cod Girls", y escuchandola no he podido resistirme a imaginar a unos marineros en la cubierta de su galeón una noche de luna, añorando a las chicas del Cabo Cod.

Aqui está, dedicado a todas las chicas de Cabo Cod, estén donde estén.

(y, por supuesto, si quereis oir la cancion, moriros de gusto: http://www.youtube.com/watch?v=dWsNbk7TrKE)



Chicas de Cabo Cod

Si el viento te lleva
a costas llenas de sirenas,
si las velas infladas te arrastran
hasta mujeres de caderas suaves,
sigue tu camino siempre al horizonte.

Pero si la corriente te lleva
hasta las chicas de Cabo Cod,
atracará tu corazón,
echarás el ancla junto a ellas.

Si el timón en un golpe de fortuna
te enseña las pieles canela de Fidji,
si la proa señala los cabellos negros
de las damas del mar del Japón,
sigue tu camino siempre al horizonte.

Pero si la corriente te lleva
hasta las chicas de Cabo Cod,
harás una cabaña con tu balsa
quemarás los remos en la chimenea.

Si la tormenta de espuma blanca
te vuelve el corazón fiero,
si cada ola susurra un nombre distinto,
si el alba te besa sobre la proa del barco,
busca a las chicas de Cabo Cod:

Busca una ensenada donde humean las casas,
donde la corriente canta una canción de cuna,
donde hay pichón caliente y jarras rellenas,
donde se oye el rugido del mar allá a lo lejos.

Si la corriente te lleva
hasta las chicas de Cabo Cod,
vara el barco y echa pie a tierra.

Si la corriente te lleva
hasta las chicas de Cabo Cod
escribe diciendo que no vas a volver.


Córdoba.
25 de Enero 2013

domingo, 30 de diciembre de 2012

Un cuento de Navidad judío



Preludio
Ha muerto Eichmann

En la presentación de la recopilación de cuentos fantásticos contemporáneos judíos, que tuvo lugar en Paris en el año 2009, el escritor polaco Piort Granski fue preguntado por algunos asistentes respecto al curioso título que daba nombre al libro y que no parecía corresponder a ninguno de los cuentos: “No sabría decirle con exactitud el motivo que me llevó a elegir ese titulo –respondió Granski-. Me vino a la cabeza justo al terminar la recopilación y me pareció lo suficientemente evocador y misterioso como para reflejar la esencia de los cuentos reunidos.” Sin embargo, un reciente artículo aparecido en la revista mallorquina “Longitud de Onda” en su edición de Octubre de 2011 se arroga el descubrimiento de documentos clasificados del Mossad israelí que parecen aportar una nueva y estremecedora luz a algunas de las historias recogidas en el libro de Granski. En dicho artículo, se explica que para la elaboración del libro, Granski se entrevistó con judios supervivientes del gueto de Varsovia y se menciona un apéndice, firmado por Daniel Chiejánow, en el que aparece el nombre de Eichmann en relación a la muerte del súbdito chileno Mario Cóndor.

Capitulo I
El informe Chiejánow

Informe de Daniel Chiejánow en relación a la muerte de Alexander Eichmann, que se ocultaba en Chile bajo el nombre de Mario Cóndor.

Nos ha sido comunicada por nuestros contactos en Chile la muerte de Alexander Eichmann, conocido como Mario Cóndor, la noche del 24 de Diciembre de 1974. Eichmann figuraba en nuestros archivos como objetivo de prioridad 5, sin que hasta la fecha nuestro servicio hubiera tenido constancia de su paradero. Las circunstancias extremadamente inusuales de la muerte requirieron una investigación del gobierno chileno, circunstancia que alertó a nuestros servicios sobre la verdadera personalidad de Mario Cóndor. Verificada su identidad como Alexander Eichmann ninguno de nuestros equipos parece ser el responsable de su muerte, por lo que se me ha encargado investigar quién está detrás de su asesinato. El cuerpo de Eichmann fue encontrado carbonizado en su casa la mañana del 25 de Diciembre de 1974, sin que ningún otro elemento de la casa o el mobiliario resultase afectado por el fuego. Solicitado su expediente a nuestro servicio de inteligencia sabemos que Alexander Eichmann formó parte del cuerpo policial encargado del mantenimiento del orden en el gueto de Varsovia, de 1941 a 1942, en el grado de capitán. Las ejecuciones documentadas que se le atribuyen son:

Aron Goldman,
Samuel Grosman,
Olha Krausz,
Boris Tzeitin,
Truda Rubin,
Zipporah Picker,
Yosef Laska,
Eva Segal,
Masha Kuszer,
Mara Coblic,
Schlomo Dayan.

Adenda: las circunstancias de la muerte de Eichmann, coinciden de forma preocupante con otras muertes relacionadas con soldados alemanes destinados al gueto de Varsovia. En el periodo en el que Eichmann fue capitán, los hombres que componían su patrulla fueron:

Jens Schurer, alias Michael Hornick, muerto el 24 de Diciembre de 1958 en Toronto.
Johan Wiesner
Peter Schumacher
Hans Wiever, alias Frederick Ibsen, muerto el 24 de Diciembre de 1963 en Bottrop.
Jacob Bok
Alexander Peter, alias Manuel Zuñiga, muerto el 24 de Diciembre de 1971 en Menorca.
Helmuth Granner
Arnold Eriksen, alias Samuel Forsythe, muerto el 24 de Diciembre de 1968 en Nueva Zelanda.

Ninguna de sus muertes ha sido registrada a cargo de nuestros agentes. Investigo la posibilidad de la intervención de agentes judíos independientes. Revisados los expedientes de descendientes del gueto relacionados con la caza de agentes alemanes, aparecen los nombres de Glanski, y Grimberg. Contacto con Esther Grimberg, agente libre de 1960 a 1967, nieta de Eva Goldstein, fallecida en el gueto de Varsovia en 1941. Daniel Chiejánow. Chile, 16 de Enero de 1975

Capitulo II
La mujer en el kibutz

Un viento bíblico barría el suelo de polvo amarillento de la granja. Los canales de irrigación traían un suave murmullo oriental a los huertos perfectamente cultivados. El hombre bajó del jeep y pulsó el botón de plástico gris del interfono.
-¿Esther?
-Pasa.
La mujer que le recibió en el umbral era una vieja conocida. Los años retirada en el kibutz, cultivando la tierra y contemplando los amaneceres del desierto le habían dulcificado el rostro pero aún conservaba las líneas duras y decididas del mentón de una agente del Mossad.
-Daniel –dijo la mujer con una sonrisa de bienvenida.
-Esther –respondió Daniel Chiejánow.
Ambos pasaron a un salón pulcramente decorado. Una niña jugaba en un rincón con dos muñecos de madera.
-Eva, cariño –dijo la mujer - ¿podrías dejarnos solos y subir a tu cuarto a jugar? –la niña abandonó el salón y subió corriendo las escaleras. Cuando estuvieron solos su expresión se tornó interrogante. Le ofreció una taza de té.- Reconozco que me intriga tu visita, Daniel –comenzó- mi retirada del servicio fue un poco… precipitada. Entonces no considerasteis que mis ideas fueran de utilidad a la causa y me intriga en qué puedo ayudarte ahora. Como bien sabes llevo 5 años retirada en esta granja.
-¿del todo? –preguntó él-
-Del todo –respondió- Aquí he encontrado la paz que no obtuve persiguiendo nazis.
-Pues no parecía que quisieras dejarlo. -Entonces pensaba que no había más justicia que la que uno pudiera impartir. -¿y no sigue siendo así ahora?
-¿qué te ha traído aquí? –le cortó ella.
Él guardó silencio un instante, como preparándose para observar la reacción de ella ante su inmediata respuesta.
-Eichmann ha muerto. –Los labios de ella se alzaron en una sombra de sonrisa imperceptible, pero no de sorpresa.
-Bien, ¿y?
-No hemos sido nosotros. –contestó Chiejánow-
-Habrá muerto de viejo.
-Murió carbonizado. Lo quemaron vivo. –de nuevo la levísima sonrisa.- ¿has vuelto a contactar con Granski, con Pfefferman, con Piersboski?
-No desde que disolvimos el grupo hace cinco años.
-Pues alguien está cazando nazis por libre –dijo y extendió la lista de soldados encima de la mesa. – Y no nos gusta. ¿Puedes ayudarme?
-¿Para salvar a los nazis que quedan o para poder matarlos vosotros?
-Los años no te han suavizado los modales. Imaginé que en cualquier caso la muerte de Eichmann te alegraría. Eras la que mejor conocía a todos los relacionados con el gueto. Te dedicaste a ellos mucho más que cualquiera de nosotros.
-Mi abuela estuvo allí. Y mi madre. Fue de las pocas supervivientes.
-Por eso empezaste a perseguirlos por tu cuenta. Te parecía que íbamos demasiado lentos.
-Me parecía que nosotros podíamos hacerlo más rápido.
-Sí –respondió él- El grupo de Varsovia: Pfefferman, Granski, Goldman, Piersboski, Goldstein y tú. Todos familiares o descendientes de judíos polacos. Todos procedentes de los pocos judíos católicos del gueto de Varsovia.

Capitulo III
Un cuento de Navidad judío.

Las sombras se deslizaban silenciosas como satén sobre el horizonte, cuando Esther Grimberg bajó de acostar a su hija.
-¿Y qué quieres de mi exactamente, Daniel?
-Que detengas esto. Lleva vuestro sello. Todas las muertes el 24 de Diciembre, el día de vuestra Pascua. Habla con los demás. No podéis seguir por vuestra cuenta. Si cometéis un error os exponéis a un consejo de guerra. –Ahora sí, ella sonrió ampliamente.
-No hemos sido nosotros.
-¿Cómo lo sabes? ¿Tienes noticias de los demás?
-Estoy al corriente de Pfefferman, y me escribo con Granski. Creo que está preparando un libro o algo así, me pidió que le enviara por escrito algunos cuentos que nos contaba mi madre. De Goldman, Piersboski y Goldstein no sé nada.
-¿cómo puedes saber entonces que no siguen en activo?
Ella permaneció un rato en silencio, como meditando sus próximas palabras.
-No me creerías si te lo cuento. Demasiado judío. No crees lo mismo que yo, no verás lo mismo que yo, no oirás lo mismo que yo, aunque ambos escuchemos las mismas palabras.
-Tiene que ver con vuestro grupo de polacos católicos.
-Tiene que ver con la Navidad.
-¿Vas a contarme un cuento navideño?
-Te voy a contar la historia de Schlomo Dayan.
Ella bajó las luces mientras le ofrecía tabaco aromático. Se encendió la pipa en un gesto extremadamente poco femenino y aspiró una enorme bocanada. Viéndola fumar el recordó a la mujer vestida de camuflaje que empuñaba una pistola cubierta por las sombras.

“Sabes que mi madre falleció hace 5 años –él asintió- coincidiendo con mi retiro del servicio. Glanski lo sabe, y Pfefferman también y todos los otros. Nosotros sabemos algo que vosotros no: la historia de Schlomo Dayan. Por eso disolvimos el grupo. Ya no tenía sentido. No me importa si lo crees o no, pero poco antes de fallecer, mi madre me llamó y nos habló por primera vez del gueto. No lo había hecho nunca en 30 años. Sé que vosotros no creéis en San Nicolás, pero nosotros sí. Mi madre me contó la historia del San Nicolás del gueto de Varsovia. La historia de un simple deshollinador llamado Schlomo Dayan. En el año 1941 las cosas se estaban poniendo realmente duras en el gueto. Nadie tenía apenas nada para comer, y aunque seguían llegando judíos de todas partes, morían de enfermedad y de hambre tantos como llegaban. El Judenrat hacía lo que podía, que era muy poco. Se abrieron comedores donde se repartía sopa, pero la comida apenas llegaba para sobrevivir. Aún así se mantenían abiertas varias escuelas, había un diario clandestino e incluso los pocos judíos convertidos al catolicismo teníamos una iglesia donde reunirnos. Los nazis nos mataban intencionadamente de hambre y era extremadamente difícil introducir comida o medicamentos en el gueto. Entre nosotros había judíos colaboracionistas que a cambio de mejores condiciones denunciaban las reuniones clandestinas o las ayudas no autorizadas. Entonces un joven deshollinador bolchevique llamado Schlomo Dayan encontró un túnel que le permitía salir del gueto sin ser visto y regresar con comida, medicinas y documentos, si los podía conseguir. Como las calles del gueto estaban vigiladas por la noche, subía a los tejados con sus herramientas de deshollinador y se introducía por las chimeneas de las casas sin ser visto. Así lo hizo durante meses en los que muchas familias como la mía pudieron salir adelante y no morir en aquel infierno. –Esto contaba Esther, pero al pronunciar el nombre de Schlomo se detuvo y musitó una bendición entre dientes, como le había visto hacer Daniel cuando hablaba de un santo- Era un hombre valiente y alegre, que llevaba la felicidad con él a todas las casas que podía. Cuando conseguía algo de utilidad o traer mensajes de fuera de amigos o familia, avisaba en la casa que tenía pensado visitar esa noche, y le recibían con lágrimas en los ojos y las mayores muestras de afecto. Y los niños como yo, riendo, decían al verlo bajar tiznado por la chimenea con su chaqueta de cuero rojizo, ¡Ha llegado San Nicolás! ¡Ha llegado San Nicolás! Y Schlomo, bolchevique y todo como era, reía y decía: ho, ho, ho, para nosotros. Así que para algunos de nosotros, al menos una vez en todo aquel infierno, fue Navidad.

Capitulo IV
Sube al cielo, arde en el infierno.

Tanta era la precariedad del gueto, que la poca comida que lograba traer Schlomo se celebraba con alegría indescriptible. Y el saber que había un ángel bueno que se preocupaba por nosotros nos hacía más llevaderas todas las penurias a las que éramos sometidos. El día en que una familia era avisada de su visita, pasaba el día entre risas cómplices, los niños reían nerviosos esperando los regalos que él traía siempre que podía: una cinta, un trompo, un muñeco, o incluso regalos que los propios padres fabricaban en sus casas y que le entregaban para que él se los diera a los niños si habían sido buenos. “Si eres bueno, San Nicolás, te traerá un caballito.” Y el padre hablaba con algún amigo ebanista y cuando descendía por la chimenea el niño tenía el caballito prometido, y así pasaba por todo aquel horror con un rayo de esperanza. Pero como al igual que la pena, la alegría es difícil de ocultar, sobre todo en un niño que no entiende de maldades, los alemanes empezaron a sospechar que algo raro sucedía en el gueto. Nunca supimos quién fue –me dijo mi madre- , pero contaron que con los oídos atentos, los espías que había entre nosotros oyeron a una niña decirle a sus amigos entre risas de alegría: “Esta noche viene San Nicolás a mi casa”. Esa noche los nazis vigilaron todos los tejados aledaños, y cuando San Nicolás bajó por la chimenea de la casa taparon desde arriba la abertura. Entonces, la patrulla de Eichmann, que esperaba abajo en la casa comenzó a prender la leña abajo. Aquella era nuestra casa, Esther, nosotros lo vimos, y aunque nos estaban apuntando, no pudimos contener los gritos de horror cuando encendieron el tiro. El humo subió denso, junto con las risas de Eichmann y Eriksen. Oimos golpes en la chimenea y un rascar en la paredes. A los pocos segundos el fuego lamía las piedras y unos gritos que helaban la sangre salían del hueco. Y los golpes, los golpes, los golpes, mientras los soldados le gritaban: “¡Sube al cielo, arde en el infierno!” Al poco un sonido de algo pesado cayendo llenó de ceniza el salón, y allí se quedó ardiendo, apenas un carbón humano, con la chaqueta hecha jirones hirvientes y el saco que traía derramado sobre las baldosas.” Ese es el motivo por el que Glanski, yo y los otros perseguíamos a los soldados del gueto –concluyó Esther tras un suspiro- Aquella era nuestra pequeña parte de la guerra, nuestra caza personal. Todos tenemos regalos de Schlomo Dayan. Gracias a él recordamos que aún en un pozo de sufrimiento como fue el gueto pueden encontrarse personas dispuestas a morir por los demás.

-Es una historia tremenda –le respondió él- pero no me explica quién ha matado a Eichmann. Si vosotros dejasteis la caza hace 5 años ¿quién?
-No me has dejado terminar la historia –replicó ella- y lo más increíble está aún por contar.

Capitulo V
Carbón

Bastantes años después, en 1959, cuando Glanski y yo comenzamos a formar el grupo, nos enteramos de la muerte de Schurer. Lo supimos porque era uno de los objetivos que teníamos localizados. Schurer colocó la losa que selló la chimenea aquella noche en Varsovia. 24 de Diciembre. Carbonizado. No habían sido los nuestros. Había sido Schlomo. Y así, todos los años, Schlomo sigue bajando por las chimeneas, y nos deja a Glanski, a mi y a los demás un pequeño carbón con un nombre. Y un nazi menos sobre la tierra. Por eso dejamos el grupo, por eso ya no tenía sentido. Sólo teníamos que esperar a Navidad, como en el gueto. Porque nuestra Navidad es la felicidad de saber que hay justicia en este mundo. Y la justicia, más allá de lo que podíamos hacer nosotros por nuestros medios, es un papel y un nombre la medianoche del 24 de Diciembre. Porque la Felicidad sin Justicia es una boba mansedumbre. Y cuando todo esto haya acabado, cuando no haya ya más carbones ni más nombres en papel tiznado, nuestros hijos vivirán en un mundo mejor que el que hemos vivido nosotros.

-¿Pretendes que me crea esa historia? –preguntó él.- ¿un fantasma vengador de las Navidades del gueto?
-No pretendo nada, Daniel, -contestó ella- pero me has preguntado y te he respondido, no lo que creo, sino lo que sé. Tú has traído tu informe, yo no lo necesito, tengo el mío propio –y, levantándose, sacó de un pequeño armario una caja de madera que contenía decenas de pequeños envoltorios de papel manchado, del tamaño aproximado de un carbón pequeño. Buscó uno específico y lo desenvolvió con cuidado, parecía el más nuevo. Se lo tendió a Chiejánow.
“Eichmann” decía el papel.


Jesus Fernández.
Córdoba. Diciembre 2012

martes, 25 de diciembre de 2012

miércoles, 1 de junio de 2011

UNA RUEDA GIRANDO



Spinning Wheel
(Rueda Girando)

Después de tantas vueltas,
después de tantos versos desparramados
aquí estamos como al principio
sin haber aprendido nada de utilidad.

Me guiñaste un ojo
y olvidé todo lo que sabía.
Me enseñaron que cada letra
tiene un nombre y un precio
“Muy bien –les dije-
¿qué tal si os compro tres?”

Estaré por aquí si me necesitas
Estaré por ahí escribiendo,
seguramente nada importante.
Les dije: contadme vuestro secreto
-Oh, no es nada especial-

Les dije: enseñadme el truco
-Oh, no tienes que preocuparte:
Sigue a tu aire. Aquí no hay ninguna fiesta-

Cuando me di cuenta de que había dejado algo atrás
ya no pude volver sobre mis pasos.
Cuando volví a la reunión
ya no quedaba nadie allí.
Así que me puse a silbar
y un hombre me dijo:
“Otros silbaron antes que tú;
yo los conocía a todos.”

Soy una rueda girando
¿te subes al carrusel conmigo?
Todas las veces que seguí el camino recto
tropecé con una pared.

El hombre del tiempo ha dicho que mañana lloverá.
Se notaba que no ponía el corazón en ello.
Lo encontré una vez en llorando en la calle:
“Odio dar malas noticias” –me dijo-.
Lo acompañé a casa, le dije:
“No volverá a llover nunca más”.

Me gustaría saber dónde está el norte
en lugar de dudar en cada esquina.
Me gustaría saber qué fue de ti,
hace mucho que no te veo.


Andres Malpaso
Granada. 18 de Febrero de 2011.

martes, 24 de mayo de 2011

Me siento junto al fuego



Últimamente estoy recuperando el placer por mis primeras lecturas. Aquellas con las que empecé a devorar libros cuando tenía 13 o 14 años. Hacía tiempo que no sentía ese placer inmenso de disfrutar con un libro. Cuando te metes más o menos en el mundillo literario corres el peligro de leer muchos libros que de otro modo no leerías, y vas leyendo, leyendo y cuando te das cuenta, a base de poemarios y poemarios, admites que hace mucho tiempo que no te diviertes leyendo.

Tenía decidido dejar de leer poesía una temporada, pero luego recuerdas un poema como éste y se te pone la carne de gallina. Asi que no es un problema de la Poesía. Seré yo, Señor, seré yo...


Aqui os lo dejo, en Sindarin originalmente (cuya version debemos a David Solo), pasando por el anglo y finalmente traducido a nuestro dulce castellano.

Del Profesor Tolkien, La última canción de Bilbo.

Bilbo's Song
Texto de J.R.R.Tolkien
Sindarin Translation por David Salo


Im nauthon nan naur nu ngilith
O naid i gennin im
O lyth e-barth a gwilwilith
Ne laer i vanner lim

O lhiath a golas malen
Ne daint i lais gwennin
Na chit ah anor celebren
A gwaewath or find nin

Im nauthon nan naur vi vuil
Maven natha i ardhon
Ias tol i riw ben ethuil
Ir im u-genithon

An nadath laew nar annan
I ulu im cennin
Vin eryn ned ethuil ban
Nar ennas laegath gwin.

Im hevin nan naur a nauthon
O gwaith nedin lu iaur
A gwaith i cenitha ardhon
Ir istathon u aur.

Dan iar im nan naur peliel
Oh aurath ioer nauthon
Laston a thail etheliel
A lemmaid nan annon.


INGLÉS

I sit beside the fire and think
of all that I have seen,
of meadow-flowers and butterflies
in summers that have been;

Of yellow leaves and gossamer
in autumns that there were,
with morning mist and silver sun
and wind upon my hair.

I sit beside the fire and think
of how the world will be
when winter comes without a spring
that I shall ever see.

For still there are so many things
that I have never seen:
in every wood and every spring
there is a different green.

I sit beside the fire and think
of people long ago,
and people who will see a world
that I shall never know.

But all the while I sit and think
of times there were before,
I listen for returning feet
and voices at the door.


ESPAÑOL

Me siento junto al fuego y pienso
en todo lo que he visto,
en flores silvestres y mariposas
de veranos que han sido.

En hojas amarillas y telarañas,
en otoños que fueron,
la niebla en la mañana, el sol de plata,
y el viento en mis cabellos.

Me siento junto al fuego y pienso
cómo el mundo será,
cuando llegue el invierno sin una primavera
que yo pueda mirar.

Pues hay todavía tantas cosas
que yo jamás he visto:
en todos los bosques y primaveras
hay un verde distinto.

Me siento junto al fuego y pienso
en las gentes de ayer,
y en gentes que verán un mundo
que no conoceré.

Y mientras estoy aquí sentado
pensando en otras épocas
espero oír unos pasos que vuelven
y voces en la puerta.

jueves, 12 de mayo de 2011

ESTA COSA TRISTE...

Esta entrada fue publicada originalmente en el blog del Festival de Poesía "Money for Nothing"







¿Democracia? No la conozco… y el caso es que me suena…

A pesar de que cada vez me interesa (realmente debería decir “preocupa”) la política, he intentado circunscribir las entradas de este blog a lo meramente literario. No obstante, y a pesar de los intentos de mantenerse alejado de ella, la política irrumpe en nuestras vidas, incluso en unas vidas tan anodinas como las de los poetas, que sólo hacen que mirar al techo e intentar arrastrar a amigos voluntariosos a sus recitales.

Para no cansarles, les hemos ahorrado durante este tiempo las dificultades que hemos tenido en la organización del festival con la “política medio ambiental” del Ayuntamiento de Granada, hasta llegar al colmo del ridículo cuando tuvimos que suspender un recital en el Entresuelo porque la cantante (con guitarra acústica, oiga, que no venían los Rolling Stones) no podía cantar so pena de riesgo de multa de 6000 euros. La gente del Entresuelo no se quería arriesgar.
Joder, yo tampoco querría.

Que la Democracia es un sistema imperfecto es algo sabido, que es el menos malo que tenemos, también. Pero comprobar cómo la Democracia se va deteriorando más y más, y que las leyes se hacen para que las cumplan unos sí y otros no, es descorazonador.

Los que me conocen saben que estoy a favor de cumplir de las leyes. Siempre. Si no te gusta, intenta cambiarlas, pero mientras tanto, esas son las reglas del juego.
Si todos nos ponemos de acuerdo en que cuando un semáforo se pone en rojo hay que pararse, pues te paras. Dejar que cada uno sienta el color rojo a su manera sólo va a servir para que te atropelle un coche.

La gente normal (usted, yo, su vecino) no tenemos muchas ocasiones de testear el equilibrio de la Democracia. Vamos al trabajo, volvemos, tomamos una cerveza, vemos la tele… y salvo alguna multa de tráfico no nos vemos enfrentados al incumplimiento de ninguna ley.

Yo tengo una manía para conservar mi fe en la Democracia, y es comprobar siempre que puedo si la ley se aplica a todos igual. Mi único consuelo cuando tengo que acatar una ley que no me gusta es que, bueno, todo el mundo la cumple igual que yo. También habrá leyes que me gusten a mi y no le gusten a otro. Si todos las cumplimos, la cosa funciona.

¿Y qué viene todo esto? Pues que demasiado a menudo hay gente que se sitúa por encima de la ley. Venga, me mojo: los políticos se sitúan por encima de la ley. Venga, me mojo y me doy un baño: hay políticos en Granada que se sitúan por encima de la ley.

No se asusten que no les voy a descubrir ningún escándalo. Es algo pequeño, pero lo pequeño es un síntoma de que hay algo más grande detrás, una forma de hacer, una actitud.

Y volviendo a la poesía (que es por lo que viene todo esto, aunque parezca increíble) … llevamos tres meses trabajando en el MONEY FOR NO-THING. No le hemos pedido dinero a nadie, y hemos llenado todas las noches los bares de gente que ha venido a escuchar poesía. Hemos currado poniendo los carteles nosotros mismos, repartiendo los flyers, haciendo las camisetas… y uno se va dando cuenta de cosas:

Que en algunos sitios los carteles no duran ni 24 horas. ¿Por qué? El Ayuntamiento los retira.
¿Me quejo de esto? Pues miren no, aunque ya me dirán que si dos personas se dan el curro de organizar actividades culturales, cargando todo el trabajo sobre sus espaldas, hombre, no les quites los carteles, que están aportando cultura a la ciudad… y sin pedirte nada.

Pero vale, si no se puede, no se puede. ¿Recuerdan lo que les dije de cumplir las leyes? Pues yo soy de esos.

Así que después de las primeras sesiones, no volví a poner carteles en la Gran Vía de Granada, que tardaba más yo en ponerlos que ellos en quitarlos. Contando, para los desconfiados, que siempre cuidaba de ponerlos en locales vacíos o abandonados, donde no molestaran a nadie, que uno ha sido cocinero antes que fraile y tiene un comercio en su Córdoba natal, y sabe que bastante tiene el de la tienda para ir encima con la jodienda de que le pongan carteles en la puerta o el escaparate.

Pues nada, no se ponen carteles en Gran Vía, y tan amigos.

Pero ayer cuando pegaba de nuevo carteles para la ultima sesión vi que Gran Vía estaba empapelada de carteles de Izquierda Unida (el partido me da igual, pero el hecho puntual es que eran de Izquierda Unida). “Vaya –pensé- pues sí que se pueden poner carteles después de todo, porque sería monstruoso que el Ayuntamiento ordenase retirar todos los carteles que ponen los demás ciudadanos, y que llegadas las elecciones un partido político se pasase la ordenanza por donde ustedes piensan y cuajara de carteles la calle.

Como soy de bien pensar, me dije: “Un partido político respeta la ley seguro, de modo que si ellos han puesto carteles, será que sí que se puede. Porque sería perverso que la ordenanza dijera: No se pueden poner carteles, salvo los que yo quiera.” No, no, eso suena demasiado a Orwell y “1984”. La novela en la que los dirigentes eran cerdos.

Así que volví a pensar: “Vamos a contrastar si el sistema funciona, pondré mis carteles. Si se pueden poner, los dejarán puestos, y si no se puede, deberían quitarlos todos, no sólo los míos.”

Aquí tienen la prueba de mi ingenuidad:



Y con esto me fui a mi casa, pensando en volver hoy, a ver qué había sido de mis carteles.

Pues de mis carteles esto es lo que quedaba: Nada. No habían durado ni 24 horas. Eso sí, los carteles pidiendo el voto, ahí seguían, flamboyantes.




Y eso, para los que tenemos esta debilidad poética, no deja de provocarnos cierta propensión a la metáfora: La Poesía derrotada por la Política.

Me he venido a casa más triste, para qué les voy a engañar. Porque esto es sólo un ejemplo de muchas cosas que están sucediendo en Granada con la Ordenanza para la Convivencia: que está para que la cumplan unos y otros no. Está para que el Ayuntamiento diga quién le gusta y quién le disgusta.

Yo no tengo nada contra nadie (hasta me veo defendiendo la Semana Santa a veces, ya ven hasta donde llega mi tolerancia). Pero si defiendo la Semana Santa (por ejemplo) es para que no me venga nadie con un medidor de decibelios a un recital a ver si estoy hablando demasiado alto. Esto es como los carteles:

O nos medimos todos, o la puta al río.

Porque la cultura es subjetiva, y las normas hay que cumplirlas. Si hay contaminación acústica, hay contaminación acústica, rediós, la provoque Nuestro Señor del Voto Agradecido o un tipo con un tambor dando por saco en la calle.

Nos limitamos, pues nos limitamos, PERO TODOS. ¿O aplicamos la tolerancia donde queremos y la ley contra quien no nos gusta? A mi las fiestas de la Primavera me parecen un horror (recuerdo a mi amiga Alicia hablando conmigo a las 3 de la mañana por Skype, porque las voces de la muchachada no la dejaban dormir) y no había nadie con el medidor de decibelios. Ahora, si un bar que está insonorizado, programa un concierto sin la pertinente licencia pero sin rebasar los decibelios estipulados y sin molestar a los vecinos, lo cierran por una semana (no me lo invento, ahí están el Peatón, el Playmobil, o el Sugarpop…)

Cuando la ley está para unos sí y para otros no, esto empieza a oler a podrido.

Y hay cosas que no pueden ser, que no deben ser.


Y como vuelta de tuerca surrealista en esta historia nuestra de poesía, drama y política. El poeta Luis García Montero acude a un acto a favor de Izquierda Unida.

¡Qué dos realidades tan diferentes! En una pared anónima de la Gran Vía, la Política y la Poesía pelean en desiguales condiciones, mientras en otro lugar la política y un poeta se dan la mano.


¿Qué le parecerá todo esto a García Montero como hombre de letras? ¿Hubiera defendido que se quedaran puestos nuestros carteles igual que permanecen pegados los de Izquierda Unida?

La situación no tiene salida:

O Izquierda Unida ha puesto sus carteles donde no debe,

O, si está permitido poner carteles, el Ayuntamiento (del Partido Popular en este caso, no crean que tengo nada contra Izquierda Unida) ha quitado los carteles que no debía, en un espléndido ejemplo de autoritarismo idiota.

En cualquier caso, los políticos nos vuelven a fallar. Cualquier día de estos les deberíamos dar un disgusto…


Jesús Fernández. Poeta (si es que eso significa algo), y pegador de carteles en su tiempo libre.

jueves, 21 de abril de 2011

La Flautista





Para R.


La Flautista

Por una flauta nueva y recién comprada
juega el viento como agua etérea
y deja a su paso una canción nunca escuchada
que asciende al cielo con premura aérea.

Por una flauta nueva y recién comprada
se desliza desde unos labios el tierno aliento
de una joven chica atribulada
que de tocar hace el intento.


Andres Malpaso. Granada 21 de Abril de 2011.

miércoles, 20 de abril de 2011

¿Aún comes en casa de tu madre?




Hay una canción de los Smiths titulada "Ask" que siempre intento recordarme cuando no estoy seguro de si algo puede o no salir bien. Para los que nos hemos ido muchas veces de un bar sin preguntarle a la chica si quería venirse con nosotros la canción no puede ser más aclaratoria:

"If there's something you'd like to try, ask me and I won't say no, how could I?"

Es decir, traduciendo del barbárico:

"Si hay algo que quieras intentar, pídemelo, no te voy a decir que no ¿cómo podría?"

Pues esa es la lección para la vida, aplicable no sólo a las chicas de falda corta y ojos brillantes, sino a todo: los limites más férreos son los que nos imponemos a nosotros mismos; como la chica que se hubiera ido contigo si sólo se lo hubieras pedido, o el trabajo que te hubieran dado si sólo hubieses enviado tu curriculum.

Todo esto me lleva a la gestión cultural y a la forma de hacer las cosas. Hay formas de salirse del modelo habitual, de hacer las cosas de forma distinta y que salgan bien. No sólo es bueno, sino que es importante, es necesario.

Nos estamos acostumbrando a que hagan las cosas por nosotros. Es fácil, es simple, pero es peligroso.
Nos estamos acostumbrando a consumir la cultura que nos dan, en la forma en la que nos la dan. Pensamos que debemos exigirle a las instituciones que fomenten la cultura (y debemos) pero no tenemos que olvidar que si dejas que tu madre haga siempre la comida, al final vas a terminar comiendo lo que tu madre quiera.
Yo no soy fan de la cocina, pero me merece la pena aprender a cocinar para comer lo que yo quiera.

El panorama cultural actual se empieza a parecer mucho (desde Granada se lo digo) a un estado policial: Leyes contra los consumidores de cultura en defensa de los derechos de los autores, cultura oficial luchando contra cultura independiente, artistas cuya idea de vivir del Arte pasa porque los subvencione un ayuntamiento, circuitos literarios retroalimentándose y concediendose premios a si mismos...

A ver, la cultura gratis... ¡está bien! me gusta, es necesaria; igual que es muy agradable que tu madre te prepare las trufas de chocolate que tanto te gustan, pero tienes que aprender a cocinar tú sólo, chico, tienes que aprender.

Pero las instituciones, que además no son madres sino madrastras malvadas en muchos casos, quieren atiborrarte de dulces, quieren que engordes, quieren que comas lo que ellas te van a dar, quieren que ni se te pase por la cabeza que tú podrías hacerlo solo.

Ya son años de leer este blog, y creo que ustedes nos conocen un poco: apostamos por la tolerancia, la convivencia y las buenas maneras. Pero reaccionamos con igual violencia contra las imposiciones.
No, no me gusta pagar el canon, no, no me quejo si no me llaman a tal o cual festival. ¡Esa es su cultura, no la mía! Nunca te quejes por algo que otro está haciendo: que los demás hagan cosas SIEMPRE es bueno, pero si lo que se está haciendo no es lo que a ti te hubiese gustado, bueno, tú también tienes dos manitas, ¿verdad? ¡Aprende a freir un huevo de una puñetera vez!

Todo esto viene a que hay que apoyar las iniciativas que se salen de la norma habitual, que se salen del afán policial y recaudatorio, que enfocan el asunto sin tener que arrojar contra tí a los golfos apandadores de la SGAE, que confían en la gente para consumir cultura.

Hay un punto medio entre el respeto a los autores y la difusion libre de la cultura, y exige cierto compromiso por parte de las dos partes: los creadores deben ser un poco tolerantes con la difusión de sus creaciones en vez de correr a la policía a denunciar que en mi casa he puesto una canción sin su permiso, y los consumidores tenemos que reconocer (y pagar, la palabra es pagar) que un creador tiene que comer exactamente igual que todos los humanos.

A mi siempre que me dicen, "quédatelo, y me pagas si te gusta", echo mano al bolsillo inmediatamente y suelto la pasta ¡porque me gusta que me dejen elegir! ¡porque me gusta que confien en mi!

Por eso me ha gustado tanto un correo electronico que me envió Javier de Ríos y que, a la postre, es el que ha motivado este posteo.

En él me dice que ha colgado en la red su libro de cuentos en varios formatos y formas de descarga gratuita, a disposición de quien se lo quiera leer, y que si DESPUES de leerlo te parece que merece a pena y que es bueno, puedes descargártelo de pago desde la página de Bubok por 4,25 euros. Un precio más que razonable para un libro.

Así ganamos todos: cultura razonablemente gratis (quien no pueda/quiera pagar no tiene que hacerlo), y beneficio para el autor, que seguramente via internet recibirá también su merecido ingreso.

Igual que ladro todo lo que puedo contra el canon de la SGAE, porque es injusto, aqui tenemos que estar a la altura de las circunstancias: si un escritor confia en nuestra honradez de lectores, si confía en nosotros como adultos en vez de como niños que intentan robar los derechos de autor del monedero de sus padres, DEBEMOS ser consecuentes, debemos ser honrados. Si nos ha gustado, bien está que nos metamos en Bubok y paguemos lo que vale.

Y si no lo hacemos, bien estará que nos frían a tasas, impuestos y enemas fiscales, que nos pongan un babero y nos digan: "...esta por mamá, esta por papá..."

Aqui os dejo el enlace del blog de Javier de Rios, donde os habla más in extenso de su libro: Cuentos para gente impaciente.



Así que ánimo muchachos, si uno quiere algo, sólo tiene que ponerse manos a la obra ¡id a hablar con la chica!




¡Y dadle caña a la canción!



Comandante de Campo Cohen

miércoles, 13 de abril de 2011

Dulce como un capuchino con aroma de caramelo



Terminados los preparativos de la 3º Sesion del Money for No-Thing, un descanso en forma de pequeño interludio musical mientras que me hace efecto el Espidifen que me acabo de tomar.

Gamoneda estará muy bien, pero a veces a mí es esto lo que me hace falta:




"Una pizca de mi"
(Pauline en la Playa, del disco "Termitas y otras cosas")

Autor de la letra - Alicia Álvarez / Mar Álvarez
Autor de la música - Alicia Álvarez / Mar Álvarez



Sólo quisiera ser
tu café, tu cuchara, tu plato,
el mantel, tu albornoz,
tu loción de afeitar para
permanecer
más cerquita de ti,
pegadita a tu piel,
sin que lo puedas notar.

Y bucear
en el agua que puedas beber,
quiero ser
tu sombrero, tu percha,
tu tarro de sal
del que puedas coger
una pizca de mí.
Cuando tú quieras
me convertiré en tu cinturón
para agarrarme bien.

¡Oh!, y tantas vueltas
para decir, para explicar.
Tantas, tantas vueltas
cuando no estás,
y cuando estás soy felíz.