martes, 28 de abril de 2009

Yo tampoco sabía quién era Hatshepsut.


Calentando motores para el Ladyfestsur, que se celebrará en Sevilla del 1 al 10 de Mayo, y del que ya os daremos más detalles (podeis consultar la programacion pinchando aqui) retomamos la serie que nos trajo la siempre inteligente pero no por ello menos excitante Sta. Drizzle Eversmile.
Una vez más, The Gentleman Soldier se complace en ofrecerles una nueva entrega de la saga: Grandes Mujeres!!!!
En esta ocasión una mujer cuyo nombre es un reto para cualquier castellano-parlante. Para los que creían que la única faraona que había existido era Lola Flores ¡salid de la penumbra de la ignorancia! Allá por el 1400 antes de Jesucristo, una mujer gobernaba las riendas de un imperio que miles de años después aún nos sigue dejando perplejos.



La Reina Maatkara Hatshepsut

Reina-faraón de la dinastía XVIII de Egipto. Quinto gobernante de dicha dinastía, reinó de ca. 1479 a. C. a 1457 a. C Gobernó con el nombre de Maatkara Hatshepsut y llegó a ser la mujer que más tiempo estuvo en el trono de las "Dos Tierras".

El nombre de Hatshepsut con el que se la reconoce hoy en día en principio era un título con el significado de "La primera de las nobles damas", que también se presentaba en su forma completa de Hatshepsut Jenemetamón, esto es, "La primera de las nobles damas, unida a Amón".

Hatshepsut dedicó la mayor parte de su reinado a embellecer el país y a restaurar los templos, con el beneplácito de sus aliados los sacerdotes. Hatshepsut invirtió mucho en borrar todos los daños ocasionados por la guerra de liberación que había elevado a su dinastía a lo más alto.

Sin embargo, el centro de acción principal de la reina fue su ciudad, la pujante Tebas. Edificó la llamada Capilla Roja del enorme templo de Amón en Karnak y de las canteras de Asuán mandó hacer los obeliscos más grandes que se habían erigido en Egipto hasta entonces, y los llevó a Karnak decorados con electrum, aleación de oro y plata. Se cree que el obelisco inacabado que aún hoy se puede ver en Asuán data del reinado de Hatshepsut, y de haberse acabado habría sido el mayor de toda la historia del país.

Su templo funerario conocido por aquel entonces como el Dyeser-Dyeseru (el sublime de los sublimes), su estructura en forma de largas terrazas y de rampas con suave inclinación, de estilo similar al de Mentuhotep II, le hacen fundirse a la perfección con la roca y el entorno. Uno de los misterios en dicho templo radica en un sector sellado como una caja en la pared en que se puede observar a Hatshepsut por un lado en actitud amatoria y a Senenmut en la otra cara, como receptor de la pose amatoria de la reina, lo que deduce un íntimo vínculo (prohibido por su linaje) entre el arquitecto y la reina-Faraón.

Hatshepsut ha pasado a la historia como una gobernante pacífica y que prefirió gastar parte de su tesoro en construir templos en vez de conquistar territorios, pero lo cierto es que hubo al menos seis campañas durante sus 22 años de reinado. Hay que destacar que la mayoría de éstas no pasaron de ser meras escaramuzas o actividades disuasorias cuya única finalidad era disuadir a los siempre belicosos pueblos fronterizos de atacar a las Dos Tierras.

miércoles, 22 de abril de 2009

Una canción de los buenos viejos tiempos.


Mañana, la señorita María Gonzalez y yo tenemos un recital en la Universidad Politécnica de Belmez.
Ultimamente no sé que pensar de los recitales, cuando los escucho me resultan matemáticamente aburridos. Y me da miedo que a los que me escuchen a mi les pase lo mismo.
Ultimamente me pregunto por qué iria nadie a un recital de poesía, y no sé responderme. Tal vez me estoy volviendo más cinico, más viejo o más gruñón. ¿Quién sabe?
Hace tiempo que voy menos a recitales de poesía: En nueve de cada diez casos sólo asisten los amigos del ejecutante (ejecutante es una palabra muy adecuada en según qué casos), y entonces me pregunto ¿dónde se supone que están todos los poetas? ¿a qué recitales van los poetas?
Yo no puedo opinar siendo juez y parte, pero me apena que amigos mios a los que llevo a recitales poéticos casi a rastras, se vayan a la mitad, aburridos y desconcertados.
Y sin embargo mañana yo mismo voy a dar un recital; y me siento como en aquel cuento de Oscar Tejero en que el protagonista es un humorista que consigue el exito gracias a un chiste, pero vive aterrado de que el publico se de cuenta finalmente de que el chiste que esta contando no tiene ninguna gracia.
¿Es la poesía un chiste sin gracia del que todos rien por miedo a ser el primero en mostrarse aburrido? A veces me da esa impresion. Riete de mi chiste, que yo me reiré del tuyo.
Y sin embargo, llevo tres días dandole vueltas al recital, quitando y poniendo poemas, pensando cosas... no sé cuanta gente vendrá, pero mucha o poca, me gustaría que al terminar pensasen que han visto algo que no se ve todos los días. Y no porque hagamos nada extraño, sino porque algún poema les llegue al corazón, y algún verso, como me pasó a mi en Escocia cuando lei por primera vez a Robert Burns, se les clave de tal modo que algun día, dentro de seis meses o seis años digan: recuerdo un verso que escuché una vez que decía...
Y no importa que no recuerden quién era el que lo leia ni que no volviesen a verlo, sería un poeta que llegó, dió lo que tenía y se fue.

Amen a eso.

Ojalá la gente que nos vea mañana se lleve algo que les sirva para los días de lluvia.

Como decía el poema:

...y por si vuelve
esa pequeña tristeza
a arañarte el corazón como una garra de gato,
guarda esta canción, guarda esta canción
de los buenos viejos tiempos.



Ojalá los poemas que leamos mañana los guarde alguien contra las pequeñas tristezas.

martes, 14 de abril de 2009

Cuando alguien vuelve para quedarse.



El hombre que no esperaba nada

El hombre que no esperaba nada
era una gran atracción
Se sentaba, fumaba un cigarro
y dejaba que el tiempo le acariciara
como una mano de seda.
Tenía unos hermosos ojos tristes
en los que no cabía la esperanza
La gente lo observaba y pensaba
en cuántas cosas esperaban en su vida:
Un ascenso, una casa, un partido...
La vida es más amable cuando se espera un tren
que cuando se está en una vía muerta.
A aquel hombre no le importaban
el dinero, ni la fama, ni el asombro de la gente,
sólo estaba allí, fumando,
haciendo de contrapeso al mundo.
Hasta el mendigo que espera una sopa
se sentía mejor que aquel hombre.
Compre la felicidad por veinte céntimos,
La felicidad es pensar que hay alguien aún peor.
El hombre que no esperaba nada
se levantó asombrado el día
que su chica entró en la habitación
no hizo falta hablar para saber
que había vuelto para quedarse.
Entonces sus ojos tristes y grises
se volvieron brillantes como centellas
y tanta emoción lleno el ambiente
que algunos retrocedieron.
La gente empezó a abuchear y a quejarse
contra aquel amor tan repentino
Exigieron su dinero, se sentían estafados,
miserables, grises, pobres,
les habían ganado de nuevo.
Así que quemaron el carro, la carpa,
asustaron a los elefantes
exigieron que aquel hombre
volviese a ser
peor que ellos.
Pero al hombre que no esperaba nada
no le quemaba el fuego ni le asustaban los gritos
Porque había amado a aquella mujer sin esperanza
y ahora era tan feliz que hasta le dolía
(un poco).

(Nacht & Nebel #8 "Fair of Wonders)

lunes, 6 de abril de 2009

La Poesía es Ahora.


Muchas veces cuando se coge la pluma se piensa en la posteridad: en si dentro de 200 años alguien leerá lo que escribimos ahora y pensará que merece la pena. Escribimos como si nos contemplara la Historia, elegimos temas enormes y contundentes, parimos poemas pesados como una digestión, caemos en la tentación de pensar que esto es lo importante y dejamos en el cajón los pequeños poemas que escribimos para hacer reir a alguien o para decirle que mañana las cosas aún pueden ir mejor.
Y sin embargo, la verdadera grandeza de la poesía está en esos pequeños poemas, en los poemas del ahora. Dentro de 200 años, ni ustedes ni yo estaremos aqui. Yo no sabré quien lee mis versos, y casi seguro que ustedes tampoco.
Prefiero escribir una canción que haga reir a mi sobrina a escribir un poema que dure mil años. Porque mi sobrina está aqui y ahora, es una persona real: una persona real a la que una canción le ha hecho sonreir. Si no hay magia en eso, no hay magia en nada.
Cada año que pasa valoro más mis pequeños poemas. No porque sean muy buenos, si no porque casi siempre fueron escritos para alguien. Y eso me hace sentir mejor conmigo mismo, me hace sentir que la poesía es algo vivo, que sirve para algo.

Mi hermana siempre me pide que le dedique poemas a mi sobrina, y lo cierto es que hoy no tenía ninguno a mano, pero he recordado una canción de Hirchie Barlow, de la Frankie Johnston Gang, que dedicó a su hija y a su mujer, Jeannie Larnie.
Apareció en el disco "Nothing to Declare", del que ya os hemos referido alguna canción. El titulo es muy ilustrativo: "Facil".
Sí, la vida es fácil cuando quieres a alguien, y supongo que eso es lo que quería decir Hirchie Barlow al escribir este tema para su hija de dos años.

Bueno, pues dedicado a mi sobrina Lucia, un precioso poema-canción de la Frankie Johnston Gang.
Ustedes me perdonan la traducción un poco silvestre, pero es dificil encontrar canciones de la Frankie Johnston traducidas, y como decia aquel otro poema: "...todo tiene que hacerlo uno." Os dejamos de todas formas el original en su inicial lengua bárbara.



Easy

This little girl is gonna show the world that it can be
This little girl is gonna make it, you will see.
This little girl is someone better than you and me,
Has the future tangled up in her hair
Has the morning around her neck.
And it’s so easy, to keep on faith seeing her
And it’s so easy, to keep on believing listening her
That any trouble melts like a tear under a friendly sun.
This little girl still can make prodigies
Turn our sorrows into gold, you will see
This little girl makes a crown with a branch.
She has the drizzle, the mist and the Spring
She has the promise of something better to be.
And it’s so easy to keep on going with her
And it’s so easy to keep on hoping with her.
This little girl is hard to defeat
When see looks at you with eyes full of joy
This little girl cant’t lose, you will see.
And it’s so easy to love you seeing her
And it’s so easy to think everything is gonna be fine.



Fácil

Esta jovencita va a mostrarle al mundo que puede ser.
Esta jovencita va a conseguirlo, ya lo verás.
Esta jovencita es alguien mejor que tú y que yo,
Tiene el Futuro enredado en su pelo
Tiene la Mañana alrededor de su cuello.
Y es tan fácil mantener la fe, mirándola
Y es tan fácil seguir creyendo, escuchándola,
que cada problema se derrite como las lágrimas bajo un sol agradable.
Esta jovencita aún puede hacer prodigios
Puede transformar nuestros pesares en oro, ya lo verás.
Esta jovencita hace una corona con una ramita
Tiene el rocío, la neblina y la Primavera
Tiene la promesa de algo mejor por venir.
Y es tan fácil seguir adelante con ella
Y es tan fácil mantener la esperanza con ella
Esta jovencita es difícil de vencer
Cuando te mira con ojos llenos de regocijo
Esta jovencita no puede perder, ya lo verás.
Y es tan fácil quererte cuando la miro
Y es tan fácil creer que todo va a salir bien.


"Easy" (The Frankie Johnston Gang del disco "Nothing to Declare". 1983)

jueves, 2 de abril de 2009

Media Libra de Carne


El Gusano

Ahora quisiera tener un gusano cavador
que mi corazón royera como una manzana
Pues primero lo consumió el hermano pequeño del Amor:
El Deseo, y luego el mayor lo apuró con creces.
Vengan una legión de gusanos maliciosos,
a dejar mi corazón en los huesos:
Tan flaco estaba como un caballo
al que por piedad se le administra una pequeña bola de plomo.
Sed bienvenidos a mi reino de carroña
moscas, escarabajos y larvas tumefactas:
Los restos del amor quiero veros roer ávidamente,
sentaos al festín sin dejar una hilacha de sangre.
En marmita de barro coceremos esta carne sobrante:
al que no ama, media libra de carne le sobra en el pecho.



Córdoba.
Oct-2008