martes, 4 de agosto de 2009

Tenemos un Angel de la Guarda.



Hace un par de días, encontré con gran satisfacción este comentario en el blog:

"Señor Malpaso:
Usted necesita un exorcismo apresuradamente antes de convertirse en un ser oscuro para siempre (si es que no es ya un zoombie...). Necesita vivir después de tal acto de purificación una serie de experiencias que le devuelvan el pálpito a su corazón (si es que queda algún resquicio para la vida...)
Ojalá escuche bien todas esas voces que le dicen que no le gusta nada lo que escribe. Pruebe a mirar fijamente la luz de una vela para inspirarse la próxima vez.
Le seguiré los pasos por si le viene bien mi consejo.
Paz, suerte y (sobre todo) mucho amor...
Tahl"

Desconozco a su autor (aunque puede parecer poco frecuente, conozco a varias personas que se llaman Tahl, y no sé cual de ellas puede ser. Tal vez ninguna y es un Tahl nuevo) pero hay que agradecerle varias cosas:

Primeramente que nos deje un comentario, cosa que siempre merece gratitud, porque escribir un comentario, por breve que sea, consume tiempo, y una persona que te dedica tiempo merece por lo menos una inclinación de cabeza.

En segundo lugar es un comentario negativo, lo cual es infrecuente de ver en este mundo de educada corrección. ¿Cuántos blogs de poesía publican poemas sin que nadie junte fuerzas para decir "pues a mi no me gusta"? No aqui; aqui esos comentarios son bien recibidos, porque no se puede gustar a todo el mundo, y una persona que te dice "no me gusta" no te engañará cuando te diga "me gustó".

Y por lo demás, qué delicia de mensaje: para alguien de ánimo taciturno, decirle que necesita un exorcismo, es como decirle a un gótico que le sienta bien el negro.

Lo cual me lleva a plantear una interesante paradoja: Está biblicamente aceptado que cada cual debe aportar lo que tiene, y ésta es la medida del bien de cada uno.
Sin embargo ¿qué ocurre si todo lo que uno tiene es Rencor? ¿Está obrando según su naturaleza? ¿Es eso censurable? ¿Quién dice cuánto y qué hay que dar? ¿Sería eso "Bueno" según la premisa de que hace el bien quien aporta lo que tiene? ¿Puede entenderse como "bueno" entregar algo que pertenece a la esfera del Mal? ¿qué es el Mal?
Aqui enlazamos con los románticos y la idea de rebelión y la vindicación de la figura de Caín, pero no me hagais ponerme espeso.
¿Son "Las flores del Mal" de Baudelaire menos obra maestra porque sean poemas oscuros y diabólicos? ¿Le diría alguien a Baudelaire en su momento que estaba fatal de lo suyo?

Ah, interesantes cuestiones.

En fin Sr. Tahl, gracias sinceras por su comentario. Nos agradaría saber más de usted: un comentario anonimo es una pequeña descortesía, pero la disculpamos por todo lo bueno que ha tenido.
Le tomo la palabra cuando dice:
"... Pruebe a mirar fijamente la luz de una vela para inspirarse la próxima vez.
Le seguiré los pasos por si le viene bien mi consejo.
Paz, suerte y (sobre todo) mucho amor..."

Debo decir en mi favor que siempre que puedo escribo a la luz de una vela. De hecho en tiempos, lo hacía a la luz de una vela negra que descansaba sobre una calavera.

Gracias por seguirnos los pasos, esperamos que sea cierto y que así lo haga, y que no dulcifique la pluma cuando algo no le guste, su consejo será siempre bien recibido.
Gracias por los deseos de Paz, Suerte y Amor (nos hacen falta toneladas de Amor).

Le dejo un poema, viejo y negro como la brea.
Otro día hablamos de la capacidad de exorcizar los propios demonios que tiene la Literatura. Acaso no estemos leyendo ahora poemas, sino demonios atrapados en papel.
¿Y no es una suerte de milagro poder confinar un demonio entre los estrechos márgenes de una cuartilla, y volverlo inofensivo? Mejor en el papel que en el corazón.

Piense en ello, y reciba nuestros más educados saludos.


Sr. Andres Malpaso.
Poeta y demonólogo amateur.






The Sorcerer


En los sangrientos callejones del Infierno
en las mortecinas lapidas de los camposantos
en los desolladeros
en las cárceles de la virtud
he aprendido cuanto me es útil.
En los cadáveres convertidos en carroña
en las entrañas vivas de los moribundos
en los oscuros rincones del alma
he logrado mi sabiduría salvaje.
En los mataderos donde mugen las reses
en los hornos
allí he aprendido como un escolar ávido
ansioso siempre del conocimiento de la muerte.
Y ahora por encima de los hombres
soy diestro en degollar infantes
en volar sobre la brisa nocturna
en sangrar en propio beneficio.
Del gusano de la fosa aprendí la paciencia
y como él espero devorar a los que me son odiosos
de mi propia carne devorada
la humildad del transito.
En el orbe oracular leo como en un libro abierto
las muertes pasadas y futuras
que no son sino una pues todo lo vivo no es apenas
sino carne en espera de la guadaña.
Veo la sangre inocente derramada por la avidez del fuerte
me deslizo sin un sonido como la serpiente
rebosante mi alma de nauseabunda ponzoña.
Frío es el contacto de mi mano
más semejante a un muerto que a un vivo.
Pálido, ajado y mortecino, velados los ojos
que ven más allá de los solares rayos
penetrantes en la noche de las almas simples.
He aprendido cuanto he podido de la muerte
hasta convertirme en muerte yo mismo.

1 comentario:

Drizzle Eversmile dijo...

Acabo de llegar a la conclusión de que te pego poco ultimamente.
Recuérdame la próxima vez que nos veamos que te de ración doble.

Eres muuuuuu tooooonnnntooooooo.

Suya afectuosa.

Drizzle Eversmile