jueves, 20 de noviembre de 2008

Canciones del Ganso Salvaje



A veces me ocurre que releo un poema y me parece un encanto. Con versos tiernos y cálidos como el calor de una chimenea cercana.
No puedo dejar de sustraerme a cierto tipo de dulce belleza.
A veces me ocurre, decía, que releo un poema y me sonrío pensando: esto jamás ganaría el Premio Andalucía Joven de Poesía, y sin embargo, me parece tan precioso...

Hoy he releido una canción que escribí hace poco pensando que llegaba el Otoño, que los gansos vuelven al Sur, y que a veces las personas, al igual que los gansos nos vemos forzados a separarnos con las primeras nieves y volar al sur para no morir congelados.
Hay amistades que no soportan el invierno, pero eso no es malo si, al igual que los gansos, vuelven al otro verano a nadar, y chapotear y graznar alegres.
Esta canción habla sobre eso, sobre la inevitabilidad del invierno, y tiene versos que me gustan mucho porque expresan con sencillez cosas que a veces son dificiles de explicar, como por ejemplo "... el oso que jugaba jovial, se retira gruñón al primer copo." ¿No somos algunas veces como osos, que llegado el frío necesitamos que nos dejen tranquilos, hasta que al corazón le nazca otra vez la Primavera?

Esta canción habla de despedirse y del valor de los buenos recuerdos.
"Digamonos adios con una canción, porque en las despedidas pesan las palabras, y en las noches frías tanto calienta un tierno recuerdo como una brasa amigable".

...Y aún así no hay lugar para estas cosas en los certámenes de poesía :)

Feliz Invierno y mejor Verano.



Canción del viejo ganso gris.

Oh, viejo ganso gris, mira,
no graznes más:
Los días se acortan y las sombras se alargan
El trigo esta cortado y el gato junto al hogar.
Viejo ganso gris, mira,
no graznes más:
Queda poco por hacer, las noches se enfrían,
Los árboles amanecen con velos de escarcha.
Hace mucho se fue tu bandada
y también yo tengo que marchar.
Viejo ganso gris, mira,
no graznes más:
El vellón del Invierno no se puede evitar
ni que se hiele el arroyo, ni que sople el mistral.
Todas las criaturas de casa, tronco o agujero
tienen ya un lugar al que regresar.
Viejo ganso gris, mira,
no graznes más:
Los rayos del verano unieron tu sombra y la mía
que el invierno las separe y el mundo de otra vuelta.
Vuela al sur donde mejores aires calientan las alas,
el oso que jovial jugaba se retira gruñón con el primer copo.
Viejo ganso gris, mira,
no graznes más:
Pongamos por testigo del Otoño, una hoja seca,
y no nos despidamos con gritos agrestes ni voces de ganso.
Surca los cielos y yo hollaré los caminos,
y no graznes más, viejo plumero,
pues en los últimos momentos pesan las palabras:
Digamos adiós con suaves canciones
pues para un Invierno largo
tanto calienta un hermoso recuerdo
como la brasa leñosa de un tronco.

1 comentario:

mirifice dijo...

Madre mia niño!!
Si es que cuando quieres...
Es una preciosidad!!
Inspirador y evocador
Lo guardaré en mi cajón de los poemas para soñar!!
Un beso!
Eva