domingo, 7 de marzo de 2010

8 de Marzo. Día de la Mujer.

Siendo mañana el día de la Mujer, bien está que dediquemos esta semana a sumarnos al esfuerzo de reivindicar la igualdad entre hombres y mujeres.
Y digo bien, porque la Igualdad es un término que se viene desnaturalizando de manera alarmante conforme avanza el tiempo, de forma que Igualdad viene a ser sustituto de "Mujer". Y cuando un Ministerio, digamos de la Igualdad, se circunscribe sólo a la "Mujer" no está reinvindicando la Igualdad, que abarca a más gente (a todos, sin ir más lejos).
Ya hemos comentado otras veces, que una regla bastante buena para saber si algo está bien, es ponernos en su contrario. Si no hay nada reprochable, probablemente estemos en el camino recto. Por contra, si lo opuesto nos parece reprensible, ¿no estaremos incurriendo nosotros en el mismo grado de exceso desde nuestro lado?
Me explico: ¿por qué no hay antologías literarias "con voz de hombre", y sí numerosas "con voz de mujer"?
Si a un editor peregrino se le ocurriera circunscribir una antología al mero hecho de ser varón, excluyendo a toda mujer, y esto llegara a los ansiosos oidos de alguien del Ministerio de Igualdad, ya podría apretarse los machos.
Sin embargo, editar libros de poetisas exclusivamente, es algo moderno y de buen tono.
A veces pienso que en muchos aspectos las mujeres se están apropiando de lo peor de los hombres: la exclusion del contrario, de lo diverso y nuevo que tiene el otro. Y es una pena.

Pero hay que seguir en la brecha, no contra los hombres ni las mujeres, sino contra la Injusticia, esté donde esté. Por desgracia hay más campo para correr en lo que a mujeres se refiere, y esto es una realidad. Pero el Feminismo torpón y mal entendido es también un obstáculo para la mujer.

Yo me considero afortunado de conocer a mujeres muy notables. Una de ellas, la Sta. Drizzle Eversmile comenzó hace mucho tiempo una serie de biografías de grandes mujeres de la Historia, serie de la que nos hemos venido haciendo eco aquí.
Y en ese espíritu está el quid de la lucha por la Igualdad: No se trata de instalarse en la queja y el llanto simplón e interesado, sino reinvindicar las propias fuerzas y la propia valía.

De algún modo, la lucha por los derechos de la mujer, no es (no debe ser) una lucha de las mujeres, sino una lucha de todos, como lo es la lucha por la Libertad, o la lucha por la Justicia. Acusar a los hombres de todos los males, (como acusar al Gobierno, como acusar a la Oposición, como acusar a la crisis mundial...) hacer leyes que les anulen la presunción de inocencia, o les condenen a priori, no nos hará más iguales, sino más enfrentados. Tambien en otro orden estamos acusados de pirateria a priori y nos cobran/condenan por ello, y si tenemos que empezar demostrando que somos inocentes es que el sistema comienza a oler a podrido.

Sin embargo, no permitir que a ninguna persona se la trate por debajo de otra, que a trabajo igual se perciba salario igual, que la violencia se persiga provenga de donde provenga sin asimetrias absurdas, y sobre todo, confiar en las propias fuerzas y ver, como nos enseña Drizzle, que grandes mujeres ha habido en todas las épocas y bajo las más dificiles circunstancias, esa es la causa con la que nos sentimos comprometidos.

Hoy, continuamos nuestra serie de grandes mujeres (ningun día mejor que hoy), agradeciéndole a la Sta. Eversmile que nos haya permitido compartir su trabajo de recopilación de tantas biografías interesantes, que rompen tantos tópicos y que a menudo nos dejan en el corazón la sorpresa y la esperanza.

Fuerza, compañeras!



Hoy tenemos la historia de una española que terminó dando nombre a ciudades en África y Canadá.

Juana María de los Dolores de León Smith (1798-1872)

Nacida en una vieja familia española noble, era bisnieta de Juan Ponce de León.

A la edad de 14 años, en 1812, De León se encontró huérfana y sola con su hermana, tras el asalto de su ciudad natal, Badajoz, por cuarta vez en la Guerra de la Independencia Española, realizada ésta última por las tropas británicas.

Tras el exitoso y sangriento asalto de las tropas británicas y portuguesas, las hermanas buscaron protección del saqueo y el pillaje de los soldados en algunos oficiales británicos que encontraron acampados fuera de las murallas de la ciudad. Uno de ellos era el Brigada-Mayor Harry Smith, del regimiento de exploradores de élite 95th Rifles, que se casó con ella unos pocos días más tarde.

En vez de dejar que la mandaran la casa de la familia de su marido, escogió acompañarle en el ejército. Se quedó junto a él el resto de la guerra, acompañándolo en el tren de equipajes, durmiendo al aire libre en el campo de batalla, paseando junto a las tropas y compartiendo todas las privaciones de la campaña. Su belleza, coraje, buen juicio y carácter amable la hicieron querida por los oficiales, incluyendo el Duque de Wellington, quien habló de su familiaridad con Juanita. Era idolatrada por los soldados.

Con la excepción del periodo de la guerra anglo-americana de 1812, acompañó a su marido a todos sus destinos, siendo los más notables los dos en Sudáfrica, donde Sir Harry, el cual había sido nombrado caballero mientras tanto, sirvió como Gobernador de la Colonia del Cabo y Alto Comisionado.

El Parlamento Británico concedió a Juana Smith una pensión de 500 libras el 5 de diciembre de 1848 en reconocimiento a los servicios prestados por su marido al país. La pareja siempre se desesperaba por el dinero y él luchó por obtener una pensión para ella durante sus últimos años.

Conocida como Lady Smith durante sus años finales, Juana Smith es conmemorada directamente en el nombre de la localidad sudafricana de Ladysmith, e indirectamente en el de la Ladysmith de la Columbia Británica, Canadá.



Comandante de Campo Cohen


P.D.- Para que luego digan, de un fanzine que nació como "Revista de poesía ilustrada para caballeros." :) La apariencias engañan!

4 comentarios:

Abdul Alhazred dijo...

La discriminación positiva, Comandante, que tantísimo daño está haciendo, nos deja a veces a nosotros los chicos en mala situación... Terreno farragoso éste, sí señor. Todavía no recuerdo a ningún albacea que haya reivindicado su derecho a ser albaceo, por cierto. Ni taxidermista que aspire a ser taxidermisto :D

Alice dijo...

Me ha encantado el post, no solo la biografía sino sobre todo la amplia introducción. :)
Saludos a todos, un besazo comandante y a ver si te veo por Granada finalmente...

Drizzle Eversmile dijo...

¿Qué merito tiene que haya mujeres lumbreras, superpreparadas, supereficaces compartiendo nivel con tíos inútiles que lo único que hacen es calentar el sillón?

Para que lleguemos a la igualdad total, tendríamos que conseguir que hubiese las mismas tontas e inutiles en puestos de relevancia que tontos e inútiles....que son muchos.

Drizzle Eversmile dijo...

Aunque lamento decirlo....debemos estar muy próximos a alcanzar ese nivel, porque sólo hay que ver la cantidad de petardas que hay en la clase política....aunque creo que esta colectivo no debería contar en el cómputo de cargos de relevancia.