jueves, 23 de julio de 2009

La Poesía, el Pis y los Pantalones.



Quien me conoce sabe que tiendo a ser gruñón. No por malicia, sino por puro gusto. Quejarse y orinar son de las pocas cosas que aún van quedando gratis. En mi descargo diré que me quejo mucho más de lo que micciono. No soy un gran aficionado a la micción: sólo lo justo para ir tirando sin tener que salir corriendo de los bares.
Miccionar es bueno, pero no sé por qué me ha venido la micción a la cabeza a la hora de hablar de poesía moderna. Saquen ustedes sus propias conclusiones.
No se sorprendan, ya les dije que era un gruñón, y por si fuera poco, incapaz de resisirme a la ironía. Una joya de persona, vaya.

Y sin embargo, debajo de toda esta desagradable apariencia, hay una mala persona.

Pero no nos desviemos; en este post les dejo un poema moderno (¿qué es lo moderno? Lo moderno eres tu), en el que los elementos metaliterarios dotan de sentido al conjunto, en el que la forma y los signos gramaticales fusionan generos y nos dejan con un significado es más complejo que la mera semántica de lo que se está diciendo.

Esto, si soy consecuente con lo primero que he dicho, es el equivalente poetico de mearse en los propios pantalones. Cosa que es muy saludable, para que no se nos olvide que no hay pantalones lo suficientemente bonitos como para que no se les pueda mear encima. Y eso es una gran lección de la vida, si ustedes saben extrapolar, y me observan guiñándoles un ojo.
Toda la poesía es digna de respeto, hasta la contemporánea. Pero también hay que decir que no hay poema ni poeta que no pueda tomarse con sentido del humor.

Pues en desagravio de todas las veces que nos hemos reido de los poemas actuales con una copa en la mano, aqui os dejo un poema en que lo visual y lo gramatical cobran tanta importancia como lo literal.

La Señorita Verita Colodra pensará que al final logrará hacer de mi un moderno de provecho, pero nada de eso. A partir de los 25 es imposible ser un auténtico popero.
Para exorcizar su influencia recitaré en ingles antiguo el Beowulf antes de acostarme. (...oid yo conozco la fama gloriosa que antaño lograron los reyes daneses...)

Hoy un poema poco habitual sobre el reverso oscuro de ustedes mismos.


Fascinación del Suicidio.

El nervio, el tendón, el hueso y el músculo.
La rabia, la ira, la furia y la incertidumbre.
El salto, el cielo, el golpe y la Muerte.

El nervio el tendón el hueso el músculo
La rabia la ira la furia la incertidumbre
El salto el cielo el golpe la Muerte

Elnervioeltendónelhuesoelmúsculo
Larabialairalafurialaincertidumbre
ElsaltoelcieloelgolpelaMuerte.

Nerviotendónhuesomúsculo
Rabiairafuriaincertidumbre
SaltocielogolpeMuerte.

Nerviohueso
Rabiairafuria
SaltoMuerte

Muerte.

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.

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Sabías cómo iba a terminar esto
¿Por qué no has dejado de leer antes?



Andres Malpaso.
Córdoba. 23 Marzo 2009.

6 comentarios:

Verónica dijo...

ay...qué trabajo me das comandante. Debo matizar querido, que no nos hemos reído de la poesía contemporánea (por si alguien se siente ofendido) sino de los poetas malos contemporáneos. Creo que la diferencia entre los dos es que tu piensas que estas dos cosas son lo mismo y yo soy todavía lo suficientemente joven y moderna para ver ligeras diferencias entre ambos.

Por eso te digo que este poema tiene fuerza, ya sabes qua la oscuridad del Malpaso me conquista, no sé, llámame rara.

Maria dijo...

que modenno eres Jesusito.

esto con la Colodra, diferencias entre poetas malos contemporáneos y poesía contemporánea, ejemplo ilustrativo, nosotros tres. quién da más?

Malpaso la conquista... y eso que ella no es muy de testosterona... aquí hay tomate.

Verónica dijo...

jajaja...lo bueno de Malpaso María es que le puede más sus instintos suicidas que la testosterona. Esto debería explicarlo todo. :)

Elena V. Cordón dijo...

Yo tras estudiar el modernismo, post-modernismo y varios "ismos" tampoco sé muy bien lo que significa "moderno" en la actualidad, pero este poema parece bastante moderno, será por eso que (como menor de 25 años que nunca será popera) no me seduce demasiado.

Abdul Alhazred dijo...

Uuuuh, señor Tevildo o Comandante (o sabe Cthulhu cómo querrá que lo llame por aquí. Es igual, el mal ya está hecho)... Vamos a tener que sentarnos usted y yo un rato bieeeeeeen laaaaaaargo, para obligarle a leer, uno detrás de otro, todo Milton, todo Góngora, algo de Quevedo y, por descontado, El Cantar del Mío Cid de cabo a rabo.

No me gusta nada, pese a la velada ironía, el tono de su poema modernillo (que no modernista). Sepa usted que las musas lo abandonarán como se adentre en las profundidades -poco profundas- del poperismo, y jamás entrará en el Parnaso.

Muerte.

Recite conmigo:

'¡Oh, excelso muro, oh torres coronadas de honor...!'

Anónimo dijo...

Señor Malpaso:
Usted necesita un exorcismo apresuradamente antes de convertirse en un ser oscuro para siempre (si es que no es ya un zoombie...). Necesita vivir después de tal acto de purificación una serie de experiencias que le devuelvan el pálpito a su corazón (si es que queda algún resquicio para la vida...)
Ojalá escuche bien todas esas voces que le dicen que no le gusta nada lo que escribe. Pruebe a mirar fijamente la luz de una vela para inspirarse la próxima vez.
Le seguiré los pasos por si le viene bien mi consejo.
Paz, suerte y (sobre todo) mucho amor...
Tahl