martes, 3 de marzo de 2009

Yo no hice de esto mi guerra

Allen Ginsberg (contemporáneo de Patrice L. Gant) leyendo "Aullido" en Washington Square en 1966.

Uno de los escritores cuya obra es más dificil de encontrar en España es Patrice Leconte Gant. Bastante elusivo con la prensa, la mayoría de su producción más popular vio la luz en revistas francesas independientes en el Paris de los años 60. Esceptico respecto a todo, incluyendo los entusiasmos de sus contemporáneos, Gant ha conocido el ostracismo del mundo poético durante tres décadas, mientras sigue viviendo en Paris y regalando sus poemas a revistas de poesía amateurs.

Sus poemas tempranos pueden encontrarse en los numeros de la revista "L'Enfant Terrible" pero sobre todo en "Le Chateau du Satán".
En España, apenas puede encontrarse nada salvo los poemas publicados a partir de numeros de las revistas francesas en el Nacht&Nebel Magazine hace una década.

Treinta años después, los poemas de Gant suenan terriblemente actuales. Los viejos perros de la poesía aún no han perdido sus dientes.



I never made my war of this

I never made my war of this
but what it’s supposed a man has to do
when the kings forget the people
and money rides a boned horse?
I never made my war of this
but what it’s supposed a man has to do
when a bullet sounds louder than a helping cry
when gold is sun and moon on a darkness sky?
This war is a secret. This war is undeclared.
His shoots are silenced, his blood quickly cleaned.
But you, heard carefully these little chains
that hold your hands and trap your feet
with shiny promises of an empty future.
For their guns are full of words
who promises and cries and promises and whispers:
“Trust me”, “Fear me”.
But we have also words and a clever mind
to see their lies like too-much-painted ladies.
When they say “Wait” I’ll say “now”
When they say “Trust” I’ll say “probe it”
When they say “surrender” I’ll say “You made a bomb of me”
I never made my war of this
but what it’s supposed a man has to do
to keep on his
dignity?


Yo no hice de esto mi guerra.

Nunca hice de esto mi guerra
pero ¿qué se supone que deber hacer un hombre
cuando los reyes olvidan a la gente
y el dinero cabalga sobre un caballo huesudo?
Nunca hice de esto mi guerra
pero ¿qué se supone que debe hacer un hombre
cuando una bala resuena más alto que un grito de ayuda
cuando el oro es el sol y la luna sobre un cielo oscurecido?
Esta guerra es secreta. Esta guerra no ha sido declarada.
Sus disparos son silenciados, su sangre retirada rápidamente.
Pero tú, escucha atentamente estas pequeñas cadenas
que atrapan tus manos y aprisionan tus pies
con brillantes promesas sobre un futuro vacío,
pues sus armas están llenas de palabras
que prometen y gritan y prometen y susurran:
“Confía en mi” “Témeme”.
Pero nosotros también tenemos palabras y una mente despierta
para ver sus mentiras como viejas demasiado pintadas.
Cuando digan “Espera”, responderé “Ahora”
Cuando digan “Confía”, responderé “Demuéstralo”
Cuando digan “Ríndete”, responderé “Hicisteis una bomba de mi”.
Yo nunca hice de esto mi guerra
pero ¿qué se supone que debe hacer un hombre
para conservar su
dignidad?


Patrice Leconte Gant. Paris 1972.

1 comentario:

Madame Guignol dijo...

Qué decir...

Desde esa hermosa revista que cayó en mis manos de forma circunstancial, soy una enamorada de la poesía de este personaje y su obra.

Gracias por deleitarnos con otro de sus poemas.

Un abrazo