viernes, 13 de marzo de 2009

Perfopoesía eres tú...


Un hombre dando portazos mientras otro tararea haciendo gárgaras con un megáfono... ¿es esto poesía? ¿se parece, ni siquiera remotamente, a algo poético? Aún a riesgo de parecer atrevido yo diría que no. Y sin embargo, esto fue una de las cosas que se pudieron ver en Sevilla hace unas semanas dentro del festival de Perfopoesía La Revuelta Sureña. No quiero centrarme en la Revuelta Sureña pero, estando tan cerca Cosmopoética, me sirve para reflexionar sobre qué se está haciendo con la poesía últimamente.
No me atrevo casi a intentar explicar lo que podíamos entender por Perfopoesía, mejor lo podrían definir quienes la practican. Haciendo un uso intuitivo de la palabra pienso que es una mezcla de poesía y performance, lo que viene a ser poesía interpretada o actuada.
Yo me decanto a favor de la Perfopoesía en vaso pequeño, igual que me decanto a favor del ron: es excelente para según qué cosas. Cuando hace unos años los recitales de poesía venían a ser lecturas aburridas de señores mayores, muchos pensábamos que la poesía era algo más que libros polvorientos y sonetos a las rosas. Había una inquietud por demostrar a la gente que la poesía es un terreno vasto, que igual sirve para dar una conferencia, que gritar con los amigos en un bar ("Hwaet! We gárdena in geardagum" -gritábamos jarra en mano los primeros versos de Beowulf, el gran poema anglosajón-). Había que darle vida a la poesía, había que sacarla del academicismo y la élite. Y se ha hecho, qué duda cabe. La labor del Cangrejo Pistolero en Sevilla y de la Bella Varsovia en Córdoba es como minimo encomiable (ustedes nos perdonan: nuestros conocimientos son de ámbito local). Sin embargo, viendo la evolución de estos grandes macrofestivales poéticos uno se pregunta: ¿no has bebido ya demasiado ron?
Esta tendencia a la mezcla y la mixtura ha llegado también a la poesía, lo cual es bueno... hasta cierto punto. Porque ahora, cualquier cosa puede ser "poética", y en los encuentros poéticos se cuelan cantantes, actores y gente que no sabes muy bien qué es lo que hace, pero que lo hace "poéticamente".
La Perfopoesía fue un soplo de aire fresco, una manera de convencer a la gente de que la verdadera poesía es más grande y más sencilla de lo que la mayoría se cree, pero cuando se llegan a los extremos de Cosmopoética 2008 en los que había una actividad llamada "¿A qué sabe la poesía? Poesía y Gastronomía" uno agacha la cabeza y piensa que le están tomando el pelo.
Reconozco que es dificil no ceder a la tentación de aderezar uno de estos eventos con actividades que atraigan público. Su éxito, en definitiva, depende del numero de personas que congreguen, pero creo que esto ha llegado a tal afán, que da la sensación de que el poeta tiene que convertirse en actor, mimo, y funambulista. Es decir, tiene "que hacer algo".
Coincido plenamente con Antonio Villarán (sé que se lo he leido en uno de sus blogs, pero ahora soy incapaz de recordar en cual. Antonio, usted me disculpa) en que cuando uno recita en público no puede limitarse a leer (generalmente mal), hay que dar algo más: la música, claro que sí, y el ambiente, todo lo que uno ponga alrededor junto con el poema conforman un todo que supera con mucho la experiencia de leer el poema a solas en casa. Hasta aqui perfecto, pero se ha magnificado tanto el proceso que los recitales se terminan convirtiendo en una especie de shows que poco tienen que ver con la poesía. Se cuela el teatro, el video, la fotografía... lo cual no es mala cosa, pero vamos a llamarles por su nombre: teatro, video y fotografía.
Los poetas están ocupados en ser humoristas, showmans y cabareteros todo en uno. La poesía debe ser amena, claro que sí, pero se está aproximando peligrosamente al circo. No sé; veo muchos aspectos positivos en hacer de la poesía algo vivo, sorprendente y cercano, pero quitarle el polvo a la poesía no puede significar pintarla como una quinceañera un sabado por la noche.
¿Todo lo que alguien dice que es poesía, es poesía? Uy, vaya usted a saber. Aqui sólo puede opinarse por reacción: es muy dificil saber lo que es poesía, pero es mucho más fácil saber qué no lo es. Lamentaría que alguien confundiese hacer poesía con hacer espectáculo (ambos, oficios dignos, qué duda cabe), y tal vez se esté enviando un mensaje confuso.

¿Qué diría Gustavo Adolfo de todo esto?:

"¿Qué es Perfopoesía? ¿y tú me lo preguntas?
Perfopoesía... eres tú"
(recita el poeta subido en un taburete, mientras con una mano arroja confeti y con la otra rueda un yo-yo)

7 comentarios:

Drizzle Eversmile dijo...

Diga usted que si....que hay mucho vago y mucho maleante disfrazado, mancillando el nombre de la poesía.

Manolo Arana dijo...

Buena reflexión (y te lo dice uno que practica la perfopoesía). Ciertamente, en ocasiones estamos más cerca del circo que de la poesía. Pero, quizás el asunto sea ese: entrar por el circo y salir por Vallejo, por ejemplo.

Supongo que hay que enfrentarse a cada recital desde puntos de vista diferentes: cada público es un mundo. Y en un festival con una carpa en medio de la Alameda (lugar muy concurrido de Sevilla)creo que es mejor pecar de showman que de poeta. Al menos así, el público no huirá en masa. Ese fue nuestro objetivo en el espectáculo que hicimos en el Festival de este año uniendo, precisamente, gastronomía y poesía. Y aún así leímos a Vicente Huidobro y Manuel Vilas.

En fin, que la mezcla no debe asustarnos, digo yo. Como con casi todo, habrá que ver quiénes son buenos y quiénes unos chuflas (pero esto también pasa en poesía "a secas"...).

Anónimo dijo...

Ya que el nombre de este blog hace homenaje al aspecto más "guerrero" de la poesía, tal vez deberíamos reflexionar sobre el origen de la palabra VANGUARDIA: avant-garde, un término del léxico militar que designa a la parte más adelantada del ejército, la que confrontará antes con el enemigo, la «primera línea» de avanzada en exploración y combate.
No nos pertenece hablar de las nuevas tendencias, dejemos que el tiempo ponga a cada uno en su lugar...
Os envío, si me permitís, los versos de un gran escritor chileno quien dedicó un recordatorio perpetuo a cualquier aspirante a poeta. Atentos a la última línea.
Todo vale si el devenir nos lo permite...

"Que el verso sea como una llave
que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
cuanto miren los ojos creado sea,
y el alma del oyente quede temblando.

Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
el adjetivo, cuando no da vida, mata.

Estamos en el ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
como recuerdo, en los museos;
mas no por eso tenemos menos fuerza:
el vigor verdadero
reside en la cabeza.

Por qué cantáis la rosa, ¡oh poetas!
hacedla florecer en el poema.

Sólo para nosotros
viven todas las cosas bajo el sol.

El poeta es un pequeño Dios".

Vicente Huidobro (un clásico que empezó de vanguardista...)

Hasta pronto. EL HADA AZUL.

Drizzle Eversmile dijo...

Buenas reflexiones, ambas.

Anónimo dijo...

Una reflexión perfecta, yo diría que de lo más lúcido que he escuchado últimamente respecto al tema...
En mi caso, ya hice la mía por los mismos motivos:

La poesía joven (al igual que la poesía sin calificativo alguno) no es teatro, ni rugido, ni ciertas parafernalias histriónicas que siempre terminan por confundir el arte (desmitificado, por supuesto, me refiero al arte como expresión más pura de la condición humana) con la egolatría y lo sectario. La poesía nunca ha necesitado de disfraces, ni de añadidos para darse a valer por sí misma (todo lo que necesita maquillaje es que, evidentemente, carece o vacila). La poesía nunca necesitó de nombres (directores, subdirectores y añadidos), ni de medios, ni de propaganda barata a fin de poder vender lo que, no cabe la menor duda, nadie compraría sin campaña. Y, por último, la poesía no nace de los ombligos…que va… la poesía honesta nace del desinterés absoluto por la notoriedad, la nombradía, la fama y busca, por encima de todas las cosas, no tener que dar explicaciones de nada, absolutamente nada siempre y cuando su expresión sea, solamente eso, la voz del hombre que, desnudo, ha entendido que por encima de todas las cosas hay una necesidad que clama salir aunque nunca sea escuchada…

nona dijo...

Ojala todos los columnistas que escriben en los periodicos lo hicieran tan bien como tu,claramente y sin tanto enrevesamiento que al final no sabes lo que han querido decir.

Antonio García Villarán dijo...

Felicidades por tu artículo.
Ya era hora de poder leer buenas reflexiones sobre Perfopoesía.
Lo único que apunto es lo siguiente; una cosa es la poesía escrita, y otra muy distinta es el escenario. Por ejemplo, y como muy bien ha dicho el Chichimeco, ellos realizaron un acto de maravilloso vandalismo perfopoético en la Carpa Principal, pero recitaron poemas y los interpretaron libremente. Y no por eso perdió la poesía. Simplemente la mostraron de una forma distinta, que puede gustar más o menos, pero que es completamente válida.
Acabo diciendo que ojala lea muchas críticas como ésta, de las que aprendo mucho.
Mil gracias por tu artículo.
Pd: lo pongo en el blog de La Revuelta Sureña