lunes, 9 de febrero de 2009

Pequeñas Pildoras contra el Mundo


Tengo que dedicarle una entrada más "in extenso" a David Gonzalez (cuyo blog "Perdoname, pero te amo" podeis visitar pinchando sobre el enlace en esta misma página) pero de momento os dejo con un poema suyo y así os vais haciendo una idea de con quien jugais los cuartos.
David es un poeta con muchas virtudes, pero no las contaremos hoy. Hoy sólo un poema, que en cierto modo, no es poco.

A diferencia de las hermosas flores, las malas hierbas son las que te acompañan a la vera del camino.




LA LEY DE LA ORTIGA

No somos hojas de hierba.

Hierba, sí:

la hierba de las quemaduras,
el diente de león,
el rabo de zorra,
la bolsa de pastor,
la cebada de las ratas
y los ojos de los sembrados.

Hierba, sí:

la que no nace de mano de hombre
ni se educa en invernaderos
ni se vende en los escaparates de las floristerías.

Hierba, sí:

la que avanza desde las profundidades de las cunetas,
estropea vuestra conciencia de la realidad
y os esclaviza a las tijeras de podar
o a la guadaña.

No somos, vuelvo a repetirlo, hojas de hierba.

Hierba, sí.

Pero mala.

La que también, a veces, crece en el campo.


David González. EL AMOR YA NO ES CONTEMPORÁNEO (Poemas y relatos 1997-2004). Prólogo de Túa Blesa. Ediciones de Baile del Sol, Tenerife, 2005.

2 comentarios:

Drizzle Eversmile dijo...

¿Quien dijo "mala hierba"??
El hombre en su afan de disciplina, orden y hegemonía sobre el resto de los seres, decidió que aquello que crecía donde él no lo había plantado sería "mala hierba".
Pues yo os digo, que la mala hierba puede ser la más hermosa de las flores.
Es el velo que cubre la desnudez sombría de la tierra yerma.
Es el reto de la supervivencia en condiciones extremas.
Es cada uno de los colores de la paleta divina con que fué pintado el mundo.
¿Mala hierba?
La hierba nunca es mala....malas son las personas.

mirifice dijo...

No hay nada tan hermoso como un ramillete de mala hierba y flores silvestres.
Precioso el poema!
Un beso!
Eva