domingo, 24 de mayo de 2009
Elefantes Rosas en Granada
A la hora a la que escribo esto ya se habrá presentado el numero 15 del fanzine El Elefante Rosa en Granada. Con un pequeño dolor de corazón lamentamos no haber podido estar allí, y una pequeña espina muy parecida a la envidia nos pincha al pensar en los que hayan podido asistir.
El Elefante Rosa tuvo su momento y su importancia durante el nacimiento de nuestro Gentleman: cuando estaba indeciso sobre qué formato debería tener la revista, y pululaban a nuestro alrededor publicaciones de grueso gramaje y papel satinado, cayó en nuestras manos un fanzine grapado y fotocopiado al viejo estilo, con un recorta-y-pega que no era un "copypaste" sino un recortar con tijeras y pegar con pegamento. Me recordó los buenos años del Nacht&Nebel, nuestro primer fanzine, cuando fotocopiaba la revista en el trabajo y mi madre cosía las hojas. Recordé entonces lo que era más importante, al menos para mí: no se trataba de tener la presentación más lujosa, ni el papel más satinado, se trataba de no perder el espiritu ni el entusiasmo, de ponerle cariño más que dinero, de hacer la mejor maquetación que pudiesemos para reproducir luego en humildes fotocopias. La fotocopia, no como una falta de medios, sino como una declaración de principios.
Así nació por esa parte nuestro fotocopiado y a menudo mal reproducido Gentleman Soldier, como un poeta que escribe con las manos tiznadas de hollín sobre una servilleta de bar.
Una vez Antonio Villarán, teniendo un ejemplar del Gentleman en las manos, me dijo que era una lástima que la reproducción no fuese de mayor calidad. Yo me sonreí un poco para mis adentros, pero no pude en ese momento darle esta explicación. Tal vez lea esto ahora y sea él el que se sonría.
En fin, no dudamos que la fiesta de presentación de este numero 15 haya sido digna de verse. Yo y la señorita Veronica Moreno tuvimos la suerte de poder asistir a la presentación del numero 14, entre actuaciones poéticas y artisticas. Fue un momento bonito en el que ambos fanzines se cruzaron por un momento.
Sin ponernos de acuerdo, no deja de sorprenderme que ambas revistas parezcan la imagen inversa la una de la otra en muchos aspectos.
La presentación del numero 14 fue significativamente intensa, hubo danza, la confección de una extraño traje hecho con palabras, y poemas.
Entre las actuaciones que disfrutamos, la de Salomé, co-fundadora de la Escuela de Teatro La Bombonera, que se convirtió por un instante en un pájaro que escapa de su jaula:
E incluso aún la amabilidad de nuestros anfitriones me permitió recitar uno de los poemas de nuestro Gentleman. Un poema recitado en circunstancias harto extrañas, en las que realidad y poesía se juntaban de manera peligrosamente incómoda, pero, también es cierto, harto dramática.
Os dejamos deseando una larga vida al Elefante Rosa, que a este numero 15 sigan muchos más y que estemos allí para verlo.
Comandante de Campo Cohen.
Pd.- Y un poema que apareció de nuestra parte en el numero 14 del Elefante Rosa, de uno de nuestros miembros menos dotados.
El ejercito de mil peces de plata
Un nombre es sólo una delgada llama que se desvanece
Un hombre es sólo un hombre, beba sangre o agua
Es divertido aplastar hormigas
en la bruma del Domingo cuando los ojos parecen muertos.
Las manchas en las ventanas forman océanos de tristeza
con playas de diamantes afilados como hojas de papel.
Y nunca sentimos nada tan majestuoso
como cuando la Muerte pasó volando suevemente sobre nuestra cama inmaculada.
El gris y el polvo son el abrigo de los Días
pero nosotros caminaremos desnudos y sonrientes en el desfile de los locos
gritando por todas partes ¡Mi corazón no se estremecerá!
Cada esquina es un lugar para cambiar de camino
Cada palabra es una ocasión para decir Sí
No puedes llevar el mar en la mochila
La arena es sólo huesos aplastados
No puedes cargar el mar a la espalda
El mar es algo que viste en una fotografía
Un lugar donde el agua borra tus huellas
como si nunca hubieras estado alli
y , probablemente, nunca estarás alli
pero eso no es ningun tipo de excusa
para esconder la cabeza y gritar “me rindo”.
El ejercito de mil peces de plata
está ahí junto a tu mano.
(Jesus Tevildo, de la Brigada Pomorska, publicado en El Elefante Rosa #14.
La ilustración, bien está decirlo, pertenece al pintor Herbert James Draper, 1864-1920)
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1 comentario:
Me gusto el poema pero me gustan muchisimo mas los que no se queda uno tan triste despues de leerlo.Besitos
A por cierto,siempre te han gustado mas las cosas con encanto que las so
fisticadas.
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